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Iván Rodríguez llega a su Puerto Rico natal tras elección Salón Fama Béisbol

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El puertorriqueño Iván Rodríguez, elegido recientemente junto a otros dos expeloteros al Salón de la Fama del Béisbol, llegó hoy triunfante a su tierra natal donde fue recibido por todo lo alto.

“¡Qué alegría de estar aquí en Puerto Rico!”, exclamó “Pudge” Rodríguez, como se le conoce al exdeportista durante una rueda de prensa en un hotel en San Juan, seis días después de haber sido elegido al Salón de los Inmortales en Cooperstown, Nueva York.

Rodríguez, quien fue escogido el pasado día 18 con el 76 % de los votos de la Asociación de Cronistas de Béisbol de América, se unió a Roberto Clemente, Orlando “Peruchín” Cepeda y Roberto Alomar como los cuatro puertorriqueños en ingresar al Salón de la Fama.

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“Para llegar a esto, siempre he dicho que cuando uno quiere tener algo en la vida, uno lo logra. Gracias a papá Dios que me dio algo y lo luché para estar en este salón”, resaltó Rodríguez, acompañado en la rueda de prensa de su esposa, Patricia, y sus padres, José Rodríguez y Eva Torres.

“Este es el sueño de todo jugador, de empezar desde pequeño, llegar a Grandes Ligas, establecerte y jugar todos los días, es duro para llegar a eso. Fueron 21 años sin muchas lesiones, lo que me ayudó mucho”, agregó Rodríguez en la cita, a la que también acudió el miembro del Salón de la Fama, el cubano Atanasio “Tany” Pérez.

Rodríguez, por su parte, ingresó el pasado día 18 en el Salón de la Fama junto al exintermedista Jeff Bagwell y el exjardinero Tim Raines.

En 21 temporadas con cinco equipos en las Grandes Ligas, “Pudge” Rodríguez atizó en 2.543 partidos, promedio de bateo de .296, conectó 2.844 imparables (hits), disparó 311 jonrones, impulsó 1.332 carreras, anotó 1.354 veces y terminó con 4.451 total de bases.

Entre algunas de estas estadísticas, como juegos jugados, imparables, dobles y total de bases, Rodríguez es el líder entre los receptores en todos los tiempos.

“Yo nunca miraba esos números. Nunca tuve ese interés de cuantos ‘hits’ ni de nada, aunque sí estaba pendiente de mi defensiva. Ahí era donde yo estaba pendiente a hacer las cosas bien”, indicó el ganador de 13 Guantes de Oro, la mayor cantidad para cualquier receptor en la historia.

Rodríguez también participó en 14 Juego de Estrellas, en 1999, con los Vigilantes de Texas y ganó el premio del Jugador Más Valioso (JMV) en la Liga Americana.

Igualmente, Rodríguez en 2003, con los entonces Marlins de Florida, obtuvo el JMV de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.

En ese mismo 2003, Rodríguez condujo a los Marlins ante los Yankees de Nueva York a ganar su segundo campeonato de la franquicia.

Rodríguez también representó en dos ocasiones a Puerto Rico en en el Clásico Mundial de Béisbol, ediciones 2006 y 2009, en los cuales acumuló promedio de bateo de .366, con tres cuadrangulares, impulsó siete carreras y anotó nueve en doce partidos.

El exdeportista agradeció a sus padres, a quienes describió como “los verdaderos ‘hall of famers’” por “el sacrificio” que pasaron con él para que éste y su hermano, José, los llevaran a las prácticas los martes y jueves y “sacrificándose los fines de semana”.

“Papi me enseñó a coger un guante, tirar una bola y jugar béisbol. Fue quien me cambió de ‘pitcher’ a ‘catcher’. Lloré por eso, pero tuvo toda la razón. El cariño de los dos y de toda mi familia, vale mucho. Yo todavía no creo que sea un ‘salón de la fama’”, resaltó.

Rodríguez, quien admitió que no durmió los dos días antes de ser llamado oficialmente como nuevo miembro del Salón de la Fama, no obstante había sido señalado durante su carrera por, presuntamente, haber utilizado esteroides anabólicos para mejorar su rendimiento.

Ante esto, Rodríguez respondió a los periodistas que no votaron por él para ser un inmortal y que sus padres “cocinaban muy bien en la casa”.

“Disciplina, comer bien y trabajar duro” fueron las claves en la carrera de Rodríguez, dijo el propio expelotero, de quien se creó una beca a su nombre para cualquier joven que quiera entrar a la Carlos Beltran Baseball Academy, ubicada en Florida, municipio al norte de Puerto Rico.

“Deberíamos hacer más academias de béisbol y darle facilidades facilidades para desarrollar peloteros”, enfatizó Rodríguez, quien además dijo que espera que el año que viene el expelotero Edgar Martínez, de quien las Grandes Ligas instituyó su nombre el premio al Mejor Bateador Designado, sea elegido al Salón de la Fama.

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