Cubanos de Miami supeditan la relación con Cuba a apertura en la isla
La gran mayoría de los cubano-estadounidenses radicados en el condado de Miami-Dade (Florida) se opone a las relaciones con Cuba hasta que el Gobierno de Raúl Castro no de “pasos hacia una sociedad libre”, según una encuesta del grupo Inspire America Foundation divulgada hoy.
El estudio encontró que el 82 % de los entrevistados supedita las relaciones diplomáticas y comerciales de EE.UU. con Cuba, restablecidas en 2915, a que el presidente Raúl Castro avance en un proceso de apertura política en la isla, frente a un 13 % que es partidario de establecer relaciones.
Realizado por SurveyUSA en inglés y español a 600 cubanos del citado condado entre el 29 de noviembre y el 11 de diciembre pasados, el sondeo destaca también que más de la mitad (56 %) no cree que la muerte de Fidel Castro “acelere en el país la transición hacia la democracia”.
La comunidad cubano-estadounidense del condado de Miami-Dade, que votó en las pasadas elecciones del 8 de noviembre en proporción de dos a uno (60 %) a favor del actual presidente electo, Donald Trump, se mostró en un 92 % contraria a que el Gobierno de la isla retenga los salarios abonados por las compañías estadounidenses a los trabajadores empleados en Cuba.
Tres de cuatro cubanos dijeron que las compañías estadounidenses con empleados en Cuba “deberían dejar de hacer negocios” con la isla “mientras las actuales condiciones continúen”, según las entrevistas finalizadas tras la muerte de Fidel Castro el pasado 25 de noviembre.
El 80 % de los cubanos entrevistados eran votantes registrados en el estado de Florida, mientras que un 18 % no lo era.
En relación a la posición de prominentes líderes opositores como Berta Soler, Oscar E. Biscet o Antonio Rodiles en su demanda de una “sociedad libre” como condición para la normalización de las relaciones, un 80 % afirmó que EE.UU. debe cortar su acercamiento al régimen cubano e “insistir” en la necesidad de “dar pasos para hacer de la isla una sociedad libre”.
Un 12 % es partidario de que las cosas se mantengan como hasta ahora.
Trump, que asumirá el 20 de enero la Presidencia, ha dicho que va a cambiar la política hacia Cuba para exigir al Gobierno de Castro más respeto a los derechos humanos.
