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Siamesas latinas aguardan delicada operación en California

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Después de vivir unidas por su abdomen y compartir órganos vitales por más de dos años, Erika y Eva Sandoval tendrán este próximo 6 de diciembre la oportunidad de comenzar a crecer separadas después de una operación en un hospital del norte de California.

“Yo sueño con verlas correteando por toda la casa cada una por su lado. Ellas han logrado superar todos los diagnósticos que no les daban ni un día de vida y yo sé que podrán lograrlo”, dijo a Efe Aida Sandoval, madre de estas niñas de origen mexicano.

Las menores, que nacieron unidas por la parte baja del pecho y el abdomen y comparten el hígado, la vejiga y una de sus piernas, tienen un 70 % de posibilidades de sobrevivir a la operación, según los médicos.

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Cerca de una cincuentena de doctores y personal médico especializado intervendrán en la cirugía, que durará alrededor de 16 horas, que se realizará en el Hospital de Niños Lucile Packard en Palo Alto, California.

Uno de los mayores riesgos es una posible hemorragia al dividir el hígado. Eva, la de mayor tamaño, podría quedarse con la pierna que comparten, pero los médicos advierten que incluso esta extremidad podría ser amputada.

Tras la cirugía las gemelas tendrán que someterse a una serie de operaciones reconstructivas y tratamientos.

Esta historia de lucha comenzó en 2014 cuando Aida Sandoval descubrió que estaba embarazada con 44 años, después de más de 25 años de matrimonio con Arturo Sandoval y tres hijos entre los 17 y 25 años.

La ilusión del nuevo miembro de la familia de repente creció ante la noticia que eran dos los bebés que venían en camino. Aunque Aida sabía que su embarazo era de alto riesgo, nunca se le atravesó por la mente la idea que sus hijos se desarrollarían unidos por su vientre.

Según el Centro Médico de la Universidad de Maryland, 1 de 200.000 embarazos podrían ser de siameses. En el 50 % de los casos los gemelos nacen muertos y el 35 % tan solo sobrevive un día.

Pese a las estadísticas, y la advertencia de los médicos sobre el riesgo que también corría la vida de Aida, la familia hispana decidió arriesgar todo por sus hijas.

Por siete meses las pequeñas vivieron en el Hospital de Niños Lucile Packard, que forma parte de la prestigiosa Universidad de Stanford.

“En ese momento vino otra prueba, las mandaron para un lugar de niños desahuciados, donde van a morir, y yo dije ‘No, yo me las llevo para la casa’”, relató Aida.

Apoyadas por su familia, el matrimonio Sandoval llevó a sus hijas a su modesto hogar en Sacramento, California, y desde ese entonces han celebrado cada minuto de vida de Erika y Eva, aunque los sacrificios emocionales y económicos los tiene prácticamente devastados.

“Es muy difícil porque son dos personas, dos mundos diferentes, pero unidos. Por ejemplo, cuando una se enferma la otra quiere jugar, o una está dormida y la otra está hablando”, explicó.

El cuidado de Eva y Erika ha recaído en la madre, mientras Arturo tiene que trabajar para sostener el seguro médico que le ha ayudado a cubrir parte del tratamiento.

La madre hispana ha visto su salud deteriorarse, e incluso la espalda le flaquea para sostener a las pequeñas cuando las alza.

“Yo tomé la decisión de tenerlas y creo que es mi responsabilidad, aunque hay momentos que creo que no puedo más”, aseguró Aida entre lágrimas.

A pesar de todos los obstáculos, el espíritu y avance de las niñas es el que mantiene a esta familia en pie de lucha.

Las pequeñas entienden inglés, español e incluso aprendieron lenguaje de signos. Juegan a la pelota, les encantan que les lean cuentos, gatean por el piso de la casa y, como todo pequeño de dos años, no se quedan quietas.

Por esta razón, la familia Sandoval ha presionado para que la cirugía de separación se lleve a cabo antes que las niñas sigan creciendo.

Desde septiembre pasado, Eva y Erika están sometidas a un tratamiento para extender y hacer crecer la piel que necesitarán para cubrir las áreas que queden al descubierto cuando sean separadas.

“Ha sido un tratamiento doloroso, Eva superó una infección y estamos felices de que los doctores hayan dado luz verde para la cirugía”, aseguró Arturo.

Aunque la familia ya está a punto de quedarse sin fondos económicos, la esperanza de ver crecer separadas a las niñas les ha llevado a poner todo en riesgo, aunque han pedido ayuda a través de la plataforma Youcaring.com en el apartado Sandoval Twins Medical Donation.

“Mis hijas le han probado a todos los doctores que sí pueden y lo van a seguir haciendo, yo tengo fe”, sentenció Aida Sandoval.

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