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ANÁLISIS: México fue de menos a más, rescató cinco medallas y finalizó en el puesto 61

(Jamie Squire / Getty Images)
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La delegación mexicana que asistió a los Juegos Olímpicos, finalizados el domingo en Río de Janeiro, fue de menos a más, sorteó un lento arranque y una guerra de acusaciones entre federativos, y al final rescató cinco medallas, tres de plata y dos de bronce, para ubicarse en el sitio 61 del medallero general.

Con la media decena de medallas -no hubo ninguna de oro- los atletas mexicanos cumplieron con los pronósticos que apuntaron distintos sitios especializados según los cuales se alcanzarían entre 2 y 6 metales en la justa deportiva.

El arranque de México fue lento y desesperanzador ya que tras 11 jornadas la suma de metales era nula para México hasta que llegó el boxeador Misael Rodríguez, que en la división de los 75 kilos conquistó el bronce, la primera medalla para México a cuatro jornadas del fin de los Juegos.

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El bronce de Rodríguez fue el detonante para que el enfrentamiento entre el Comité Olímpico Mexicano (COM) y la gubernamental Comisión Nacional de Cultura Física y Deportes (Conade) llegará a su punto más alto.

Ambos organismos, en duelo de acusaciones por la falta de resultados y los señalamientos incesantes sobre el titular de la Conade, Alfredo Castillo, quien restringió recursos económicos a varias federaciones mexicanas en los meses previos, fueron el común denominador durante la competición.

Sin podios pero con destacadas actuaciones entre los sitios cuarto y octavo, que el Comité Olímpico Internacional (COI) premia con diploma olímpico, la actuación mexicana, que se presagiaba desastrosa en Río, al final encontró el camino.

Tras el primer bronce, al siguiente día en la decimocuarta jornada, la marchista Guadalupe González alcanzó la medalla de plata en los 20 kilómetros femeninos, un resultado sin precedentes para el atletismo mexicano.

Con el tiempo encima, la penúltima jornada en Río de Janeiro fue la más productiva para los mexicanos que ese día sumaron tres medallas, dos de plata, taekowondo y clavados, y un bronce, pentatlón moderno.

La mexicana María del Rosario Espinoza se apuntó su tercera medalla olímpica, plata, tras el oro en Pekin 2008 y el bronce en Londres 2012 en la división de 67 kilos.

El clavadista Germán Sánchez también fue plata en la prueba de 10 metros, plataforma, mientras que Ismael Hernández sorprendió al ser tercero en pentatlón moderno.

Los cinco podios fueron la nota alta para México, pero otros 15 atletas sobresalieron entre los 126 representantes mexicanos en la justa deportiva ya que concluyeron entre los ocho primeros lugares.

México logró cinco cuartos lugares con Alejandra Zavala, en tiro deportivo; Alejandra Valencia, en tiro con arco; Paola Espinosa, en clavados 10 metros, plataforma; Bredni Roque, halterofilia 69 kilos, y Diego del Real, lanzamiento de martillo.

También sumó cinco quintos lugares con Carlos Navarro (-58 Kg) e Itzel Manjarrez (-49 kilos), en taekwondo; Eva Gurrola, en halterofilia 63 kilos; Aída Román, Alejandra Valencia y Ana Bayardo, en tiro con arco por equipos, y Germán Sánchez e Iván García, en clavados, plataforma 10 metros sincronizados.

En sexto lugar se clasificaron Rommel Pacheco y Jahir Ocampo, en clavados trampolín 3 metros, sincronizados; el mismo Pacheco fue séptimo en la misma prueba en individual, posición que alcanzó el equipo de sable femenino en esgrima con Tania Arrayales, Úrsula González y Julieta Toledo.

Mientras que en octavo se apuntaron Patricia Domínguez, en halterofilia 58 kilos, y Juan Carlos Cabrera en remo.

Además de los buenos resultados y los pleitos entre los dirigentes deportivos, la presentación mexicana estuvo marcada por por uniformes parchados en boxeo y halterofilia, y por ataques discriminatorios hacia la gimnasta Alexa Moreno, así como el tempranero regreso de la selección de fútbol que no pudo refrendar el oro de Londres 2012. EFE

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