Q Dávila, la tenista que superó las adversidades
El camino no es nada fácil para los atletas que representarán a Estados Unidos en las Olimpiadas Especiales.
Sin embargo, la lucha constante siempre trae buenas recompensas.
Q Dávila, de 25 años, participará en las competiciónes de tenis por segunda vez consecutiva, con la misión de divertirse e intercambiar regalos con atletas de otros países.
“Estoy muy contenta, pero a la misma vez un poco nerviosa de ser parte de las Olimpiadas”, afirmó Dávila a HOY Deportes. “Me ilusiona mucho intercambiar pins con los deportistas que vienen de otro país, en realidad eso es lo que más me emociona”.
Las Olimpiadas Especiales, que se celebran del 25 de julio al 2 de agosto, son los primeros de esta categoría en Los Ángeles en más de 16 años. El Sur de California recibirá a miles de atletas de 170 países que participarán en más de 25 deportes.
La tenista, quien combate autismo, inició su pasión por los deportes a muy temprana edad. Su primer logro deportivo fue con un conjunto de básquetbol en el cual logró llegar al equipo nacional el año pasado.
Además, ha sido primer lugar en diferentes torneos de tenis, incluyendo los últimos eventos en los que ha participado.
Dávila, espera llegar lejos en las próximas competiciones de la mano de su madre Sonia, quien ha sido su apoyo incondicional en todo.
“Mi hija siempre fue muy tímida, se encerraba en el cuarto, casi no le gustaba compartir con los otros niños, pero desde que comenzó a jugar deportes y relacionarse con sus compañeros las cosas han cambiado”, explicó Sonia. “Afortunadamente, por medio del deporte ella se ha vuelto más activa, la realidad es que le gusta hacer de todo, desde jugar al futbol hasta pegarle a la pelota con una raqueta de tenis”.
La joven deportista ha superado en gran parte la timidez en el sentido de relacionarse con otras personas.
El torneo que se disputará en el Sur de California acogerá a más de 7,000 atletas, 3,000 entrenadores, y aproximadamente 500,000 espectadores.
El evento de esta categoría espera ser el más grande de la ciudad desde los Juegos Olímpicos del 1984.
La atleta de descendencia nicaragüense y mexicana ha destacado con su talento en la mayoría de competiciones deportivas en las que ha participado.
“Los más importante es divertirme y jugar con muchas ganas cuando estamos en competiciones. Siempre me gusta disfrutar del deporte que estoy jugando, es parte de mi felicidad”, señaló la joven.
La familia Dávila llegó a la ciudad de Oceanside proveniente de Washington State hace aproximadamente cinco años. Por fortuna, el obstáculo de adaptación para Dávila fue superado pronto, considerando el hecho que tuvo que comenzar relativamente una nueva vida en otro estado.
“Nos encanta vivir en Oceanside. A mi hija le gusta mucho la ciudad, ella es muy aficionada a los equipos de Los Ángeles”, afirmó Sonia. “Sus equipos favoritos son los de UCLA y Lakers, siempre está muy pendiente de lo que sucede en los partidos”.
Dávila, quien está muy involucrada en los deportes, recientemente participó en el Maratón de Los Ángeles a principio de año.
La residente de Oceanside, tuvo la experiencia de correr junto a atletas profesionales, y su mamá señaló tras formar parte del evento que le ha ayudado a ser más activa en su vida.
Además del Maratón, Dávila, viajó hacia la ciudad de Indianápolis el año pasado para formar parte de un entrenamiento especial para deportistas que se preparan para las Olimpiadas Especiales.
“Era la primera vez que ella se iba tan lejos sin nosotros”, dijo Sonia. “Sin embargo, ese viaje le ayudó a relacionarse con entrenadores, a aprender cosas nuevas de otros atletas, y crecer como alguien más independiente en todos los aspectos”.
La misión de estas Olimpiadas Especiales, aparte de relacionar a los atletas de todos los países por medio del deporte, también tienen el objetivo de formar parte de días divertidos llenos de actividades culturales y deportivas.
Los atletas recibirán asistencias médicas para cuidado de seguimiento, lentes de prescripción, auxiliares auditivos, y otros cuidados que pueden cambiar sus vidas.
