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Con la ayuda de piernas robóticas, Adam Gorlitsky espera romper un récord en el Maratón de L.A.

El día más difícil de Adam Gorlitsky no es precisamente el día que tuvo el accidente que le causó una fractura en la novena vertebra torácica, sino...

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El día más difícil de Adam Gorlitsky no es precisamente el día que tuvo el accidente que le causó una fractura en la novena vertebra torácica, sino “dos o tres semanas después” en una habitación de un centro de rehabilitación en Atlanta, en el que cinco doctores le confirmaron que quedaría atado a una silla de ruedas por el resto de su vida.

“Fue realmente mi ‘día de juicio’”, explicó el momento que vivió cuando apenas tenía 19 años. “Eso era realmente lo que se sintió cuando mi papá y yo entramos a ese cuarto, mis exámenes estaban todos ahí: radiografías, la resonancia magnética, el ultrasonido, y uno de ellos me dijo ‘mira, tienes la espina muy lastimada y es casi improbable que vuelvas a caminar otra vez’”.

Gorlitsky manejaba mientras llevaba muebles para su nuevo apartamento, pero en el camino se durmió y fue a chocar contra un árbol. Su cuerpo fue lanzado hacia atrás del auto pues no vestía el cinturón de seguridad.

Catorce años después, el oriundo de Charleston estará de pie y siendo parte de las rigurosas 26.2 millas del Maratón de Los Ángeles, pero no espere verlo en la línea de salida el domingo sino el viernes después de las 10 p.m.

Gorlitsky estará acompañado de su padre, su amiga Caitlin Weiler, quien es actriz y productora y estará documentando la caminata como parte de una película, además de los técnicos que se encargarán de mantener y cambiar las baterías cada dos horas de su “exoesqueleto robótico” durante el trayecto que espera cumplir antes de 36 horas y 37 minutos, récord que mantiene el inglés Simon Kindleysides en el Maratón de Londres (2018).

Habiendo participado en otros eventos, esta será la primera que vez que Gorlitsky lo hará en un maratón de esta magnitud. Todo gracias a que en 2015, una clínica en su natal Charleston, lo invitó a probar un nuevo aparato como sacado de las películas. El “ReWalk Exoskeleton” le permitiría nuevamente pararse, caminar y ahora ser parte de maratones. El precio para volver a estar de pie no solo tuvo un costo emocional pues el adquirir estas piernas robóticas puede llegar hasta los $125,000.

La historia de Gorlitsky bien podría servir de inspiración pero para el fundador de la organización “I Got Legs”, su camino ha sido duro y doloroso, pero siempre ha tratado de mantener una sonrisa ante lo negativo.

“Muchos pueden decir que les inspira lo que hago, pero creo que el poder o capacidad de recuperarme es como lo describiría realmente y siento que todo empieza como fui criado”, explicó a HOY Deportes. “Crecí en un ambiente con unos padres que fueron también capaces de sobreponerse a situaciones en sus vidas. Cuando te vuelves incapacitado, necesitas ese sistema de apoyo que te empuje a la dirección correcta. Entonces mucha gente se apaga después de eso… antes de este accidente, yo era igual a cómo soy ahora”.

Dolor de padres

Una hora después de aquel accidente del 29 de diciembre de 2005, junto a su esposa, Stan entró a la habitación en la que estaba su hijo entre por lo menos 15 doctores y a un lado la radiografía de su columna vertebral.

“Entré y lo vi sonriendo, bromeando, tal como siempre, pero al mirar a un lado vi que esto estaba acabado, ya lo había visto antes y sabía que no había retorno”, recordó el veterinario aquel tenebroso momento entre lágrimas. “No le pude decir nada, solo semanas después él se enteró. Yo estaba acabado por dentro. Me decía en ese momento ‘mantén la boca cerrada, no digas nada’”.

Aunque mayormente es común ver a su padre, acompañando a Adam junto en todos los eventos a los que asiste, el apoyo de su madre también es incondicional.

“Ella es muy sensible con todo esto pero ella está siempre ahí, detrás de todo, es nuestra columna vertebral”, dijo Stan. “Para ella fue difícil desde el principio, pero le es difícil estar ahí viendo a su hijo”.

Stan dice que cumple su labor al estar al lado de su hijo, que no se considera “grandioso” como muchos lo señalan y que él y su esposa solo están haciendo lo “que cualquier padre haría por sus hijos”.

“Me rio de eso, no existe tal cosa, tú lo harías por tus hijos”, explicó. “Tienes que ser fuerte. Nos tomó ocho años para darnos cuenta que él lloraba en solitario y entender que tan dolido estaba. Nunca nos dejó verlo. Él era fuerte por nosotros y nosotros por él”.

Stan estará junto a su hijo desde la salida hasta el final del Maratón de Los Ángeles y aunque el trayecto será arduo y trabajoso, es el final el que siempre le preocupa.

“Durante la carrera es como un ‘Mardi Gras’, todos celebran, aplauden y se emocionan y se siente bien, pero no es más que la celebración del peor día de mi vida”, dijo.

Su vida es una película

Durante el Maratón, al lado de Adam y su padre estará Weiler documentando el proceso que será incluido en un documental hecho película.

Según la oriunda de Boston, ella la idea detrás de su proyecto es la revolución tecnológica especialmente en el campo médico y Adam con sus piernas robóticas son el claro ejemplo.

“Mi padre se lastimó antes de que yo naciera y quedó cuadripléjico en 1979, realmente lo conocí siempre en una silla de ruedas”, recordó Weiler. “Lo triste de todo es que el año en que salió esta tecnología estaba disponible para ser usada por humanos, fue en 2001, cuando mi padre falleció. Este será un tributo muy fuerte para mi padre y mi familia, sobre todo para mi madre que siempre estuvo al lado de mi padre cuidándolo por 25 años… esa es la prueba más fuerte de amor que puedes ver”.

Weiler espera que la película cambie la perspectiva sobre “cómo la gente entiende y piensa sobre las personas con lesiones vertebrales, por eso necesita la gente ser educada sobre el tema”.

La residente de Los Ángeles también será parte del Maratón mientras filmen la película.

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