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Reportaje Especial: Hermanas escaramuzas Las Azaleas siguen tradición en honor a su padre

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Segunda parte de una serie de historias sobre escaramuzas en el Sur de California.

Maribel, María, Rosa y Marisela son cuatro hermanas que comparten una misma pasión desde pequeñas. Hijas de Romualdo Rivas, las hermanas son cuatro integrantes de Las Azaleas, un equipo de escaramuzas muy exitosas basadas en el área de Perris.

Maribel Gutiérrez, la mayor de las hermanas, es la capitana de un equipo que clasifica consistentemente a cada torneo nacional en México en sus 11 años de existencia.

Para clasificar al Congreso Nacional en México, un equipo debe de ganar un torneo pre estatal, estatal o regional. En 2009, Las Azaleas barrieron con todas esas competencias.

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“Somos un equipo muy fuerte, muy unido”, indica Maribel, cuyos inicios fueron a los 13 años, cuando vivía en Long Beach.

Su papá, un apasionado de la charrería, le preguntó si quería ser escaramuza.

“Mi papá me dijo ‘si le vas a entrar a este deporte, no me vayas a decir en una semana o dos que ya no lo quieres hacer, porque es costoso, toma tiempo’”, recuerda Maribel.

El compromiso involucraba manejar un par de horas de Long Beach a El Monte, estar en los entrenamientos y cuidar del caballo. Pero Maribel aceptó y asumió el compromiso por años.

En 2005, junto a otras compañeras, decidió formar Las Azaleas. Al poco tiempo, le siguieron sus pasos María, Rosa y este año Marisela.

Debido a esa experiencia, si hay algo que la capitana le pide a cada una de las integrantes es que den el 120%, algo que su padre le exigió en su momento.

Maribel elige a las nuevas integrantes basada en el tiempo que tengan cada una de las aspirantes y el apoyo que tengan de la familia.

Hoy en día, además de las cuatro hermanas, hay dos integrantes de El Monte y otras dos que vienen de Mira Loma. Entrenan un día en Perris y otro en Mira Loma, para ser justas en las distancias para cada una de ellas.

Marisela acepta que tiene ventaja el tener a sus tres hermanas como integrantes del equipo, pues esto ha permitido que hayan menos discusiones. Sin embargo, comentó que a ellas las trata como al resto de las integrantes.

María, de 25 años, se describe como una escaramuza a la que le encantan la emoción y la competencia, y que odia perder. “Mi hermana [Maribel] es muy dulce; yo soy más agresiva, me gusta más la competencia”, expresa.

Marisela, de 15, apenas comienza este año su aventura con Las Azaleas, mientras que Rosa, de 20 años, la inició desde los cinco.

Un padre especial

Las Azaleas sufrieron un golpe fuerte hace dos años, cuando el padre de las cuatro falleció. Era el motor de ellas, pues preparaba a los caballos, era el porrista del equipo y hasta el locutor.

“Él se levantaba temprano y nos ayudaba en todo. Ya sabía cuando había errores en la rutina; mi papá fue un gran apoyo de nosotros”, expresa María, quien se inició como escaramuza desde los 10 años con la ayuda de su padre.

“Mi papá fue muy especial. Él me hizo la persona que soy hoy”, dice Marisela sobre su padre, que llegó desde Monterrey, Nuevo León, hasta Paramount, California, cuando era adolescente. “Mi papá era muy conocido; todo el mundo lo quería”.

El año que falleció, fue muy difícil seguir para ellas, especialmente para María, por lo que tomó un tiempo de descanso; cuando volvió, recibió lo que considera una señal.

“Fue emotivo comenzar de nuevo. Mi papá amaba los caballos, [a los] que llaman bayos. Cuando dejé de montar vendí mi caballo, y en mi primer evento, me tocó estar en un caballo bayo”, dice María.

Cultura y herencia

Para las Azaleas, viajar a México no es solo para competir, sino que es parte de aprender de la cultura y seguir con las tradiciones de la familia.

“Cada año que hemos participado en el Congreso Nacional de México hemos disfrutado de lo que es México, la tradición, la cultura, lo que nuestros papás nos han dado”, declara Maribel. Gracias a estos eventos, las integrantes de las Azaleas han visitado Guadalajara, Nayarit, Querétaro, Puebla y varios otros estados.

Las Azaleas solo han estado ausentes en 2008 y este año, pero no porque no hayan podido clasificar, sino por la distancia que hay que recorrer y los gastos.

Los costos para llevar a los caballos a las competencias de México oscilan entre los $1,600 a $2,000. Aunque lo ideal es llevar los ocho caballos participantes al torneo en México, Las Azaleas acostumbran llevar seis, ya que no es fácil costear todos los gastos.

Inclusive, en una ocasión lograron llevar los ocho caballos, pero dos de ellos se murieron en México, lo que fue una experiencia traumatizante para todas las integrantes.

Aún ganando los torneos, los gastos no se comparan con lo invertido en el equipo. Maribel explicó que aunque ganan torneos, el dinero que se reparte para ellos no es tanto como para “hacer dinero”, sino que solamente paga “para el gas”.

“Es costoso, es difícil, pero todo se puede hacer si uno quiere”, dijo Maribel.

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