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Familiares de Maynard defienden derecho al suicidio asistido en California

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LOS ÁNGELES.- Los familiares de la joven Brittany Maynard, que en 2014 se trasladó a Oregón para tener derecho al suicidio asistido, defendieron ayer ante el Senado de California que el estado ofrezca a los enfermos desahuciados la opción de terminar con su vida.

Daniel Díaz, el viudo de Brittany Maynard, presentó ayer en rueda de prensa en Sacramento un mensaje de su esposa filmado algunos días antes de morir, explicando por qué se mudó de California a Oregón para acogerse al suicidio asistido.

También ayer un comité del Senado analizó una propuesta en ese sentido presentada en enero, en una sesión que contó con la participación de la madre de Maynard, Deborah Ziegler.

La propuesta de ley “Muerte con Dignidad”, presentada por los senadores demócratas Bill Monning de Carmel y Lois Wolk de Davis, busca ofrecer a las personas con enfermedades terminales la opción de poner fin a su vida voluntariamente.

“Lo que mi esposa hizo el 1 de noviembre fue determinado por ella”, señaló Díaz al referirse a la fecha en que la joven californiana decidió poner fin a su vida en Portland, tomando una dosis letal de barbitúricos para morir mientras dormía.

“Ella evitó un proceso largo y doloroso y no hizo daño a nadie más”, argumentó Díaz en la conferencia de prensa, a la que asistieron los senadores proponentes y la asambleísta hispana de Stockton, Susan Talamantes Eggman.

Los familiares de Maynard presentaron un vídeo en el que, 19 días antes de suicidarse, la joven de 29 años explicaba las razones que la llevaron a tomar la decisión.

Maynard supo que tenía cáncer el 1 enero de 2014 y al comprobarse su diagnóstico de un cáncer cerebral terminal con una expectativa de menos de seis meses de vida, decidió suicidarse.

“Desafortunadamente la ley de California me impidió tomar la opción del fin de mi vida que merecía”, afirmó Maynard en el vídeo dado a conocer ayer.

“Lamento mucho que tuve que dejar mi hogar, mi comunidad y mis amigos en California pero me estoy muriendo y me niego a perder mi dignidad”, afirmó la joven psicóloga que tenía una maestría en educación.

En la misma línea, la madre de Maynard aseguró que “la vida es más que respirar”, y agregó que “la definición de una buena vida y una buena muerte varía de persona a persona”.

“Los californianos necesitan la libertad para lidiar con enfermedades terminales en la forma en que lo determinen”, agregó Ziegler.

Aunque el caso de Maynard ha atraído la atención de la comunidad y sus dos vídeos anteriores han sido vistos por millones de personas en Internet, el suicidio asistido cuenta con fuerte oposición en California.

“Esta ley ha sido propuesta varias veces en el pasado y en otros estados igualmente, ha sido debatida y ha sido descartada anteriormente”, señaló a Efe Luis Alvarado, portavoz de la Coalición Californianos en Contra del Suicidio Asistido.

Durante tres años consecutivos -2005, 2006 y 2007- iniciativas similares fueron presentadas ante los legisladores californianos y terminaron archivadas sin lograr aprobación.

En el país actualmente el suicidio asistido es permitido con restricciones, además de Oregón, en Montana, Nuevo México, Vermont y Washington.

En Oregón, el estado que escogió Maynard para suicidarse, un médico puede prescribir una dosis letal de medicina a un paciente terminal pero no se la puede administrar.

Entre otras restricciones, el paciente debe reafirmar claramente su decisión y tener un diagnóstico médico de dos doctores, con una probabilidad de no más de seis meses de vida.

La campaña para impulsar la ley en California es respaldada por la organización Compassion & Choices, que anteriormente publicó los otros dos vídeos de Maynard.

“La visión de Brittany era expandir el acceso a la muerte con dignidad a California y otros estados del país”, se lee al inicio de la grabación presentada hoy.

Otro argumento que Californianos en Contra del Suicidio Asistido ha utilizado para derrotar recientemente propuestas similares en Massachusetts, Connecticut y Nueva Jersey, se refiere a los costos de los seguros de salud.

Según señaló Alvarado, los intereses económicos de las aseguradoras influyen en la campaña, pues es más económico ofrecerle a una persona una sobredosis de medicina para que se suicide que mantenerla con cuidado asistido durante meses.

Igualmente, se ha cuestionado la ética médica argumentando que “recetar para morir” es desestimar el papel de los médicos como profesionales que buscan la salud de las personas.

También argumentan que una ley de este tipo representa un riesgo para las personas en condiciones vulnerables, pues en lugar de protegerlas las deja indefensas ante las presiones para acabar con su vida.

La Iglesia Católica ha manifestado claramente su oposición a este tipo de leyes argumentando, entre otras cosas, que no es correcto matar a una persona por el hecho de que se encuentre gravemente enferma.

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