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Tras ver truncada su racha ganadora, los Rams entraron en la incertidumbre

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En unos pocos días, los Rams de Los Ángeles pasaron de ser una de las sensaciones de la joven campaña de la NFL a un equipo acechado por las críticas y las dudas.

La semana pasada, su racha de tres victorias fue cortada por los Bills de Buffalo en el Coliseo Memorial al caer 39-19.

Pese a que el quarterback titular de los Rams (3-2), Case Keenum, tuvo una mala tarde -una de las dos intercepciones que lanzó fue regresada por la defensiva de Buffalo para una anotación-, el que ha sido señalado como el principal culpable del descalabro es el entrenador del equipo, Jeff Fisher.

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Esto debido a una decisión cuestionable en el último cuarto del partido cuando la victoria aún estaba a su alcance.

Abajo 19 a 23 en el marcador, con 3:47 minutos por jugar y atorados en su propia yarda 23, los Rams se vieron forzados a despejar el ovoide en cuarto down.

Sin embargo, Fisher optó por jugársela e intentó un despeje falso para sorprender a los Bills y conseguir el primer down. Pero no le resultó, pues el jugador que recibió el balón, Bradley Márquez, en lugar del pateador, fue sofocado rápidamente por la defensa. Buffalo terminó quedándose con el ovoide con una buena posición de campo, y tres jugadas más tarde anotaría el touchdown que puso finalmente el juego en la congeladora.

Esta decisión de Fisher fue algo contradictoria debido a que, más temprano en el mismo periodo, cuando los ‘Carneros’ estaban abajo 16 a 23, el entrenador mostró cautela y optó ir por un gol de campo de tres puntos en la yarda tres de Buffalo en lugar de ir por el touchdown.

En la semana, Fisher defendió el despeje falso y dijo que no haría las cosas de modo diferente.

“Si tuviera la oportunidad de hacerlo de nuevo, volvería a intentarlo”, indicó. “Ellos hicieron su trabajo, nosotros no. [Pero nosotros tomamos riesgos]; así estamos construidos, es nuestra esencia y es algo que nos ha llevado lejos”.

Para colmo de males, pese a que la ofensiva no ha sido tan inoperante como en los dos primeros juegos de la temporada, es la unidad con el peor ‘rankeo’ de la liga.

El mariscal Keenum está en la décimoquinta posición de la liga en cuanto al promedio de yardas lanzadas por partido (219.2). También ha lanzado más intercepciones (5) que touchdowns (4).

Por su parte, Todd Gurley es el tercer corredor en la NFL con más acarreos promediando 21 por encuentro (105 en total), pero solo está produciendo un promedio de 57.6 yardas terrestres.

En total, el ataque de los Rams ha encontrado la zona de anotación ocho ocasiones en cinco partidos; es la penúltima cifra más baja. Por su parte, los Texans de Houston llevan siete touchdowns.

Fisher no cree que los números cuenten toda la historia; para él, su ataque va por buen camino.

“Pueden tomar esa estadística de que somos la ofensiva número 32 de la NFL y decir lo que quieran”, exclamó. “Pero esta ofensiva está mejorando”.

La derrota ante los Bills y la pobre actuación de Keenum volvió a despertar los reclamos por parte de la afición de que ya se le diera una oportunidad al quarterback novato Jeff Goff de tomar las riendas de la ofensiva.

Fisher indicó que, ante los Lions de Detroit este domingo, dependiendo de qué tan cerrado esté el marcador en el último cuarto, Goff vería algunos minutos de juego.

“Ha aprendido bien rápido lo que estamos haciendo”, dijo el entrenador. “Con cada semana que pasa, va mejorando más y más”.

Viajan a Detroit disminuidos

Contra los Lions (2-3) de visita, Los Ángeles intentará regresar a la senda del triunfo. Para este choque, la defensiva de los Rams, que ha sido la unidad más confiable del equipo en lo que va de la campaña, entra bastante mermada.

Ya es un hecho que el esquinero principal, Trumaine Johnson, no vera acción tras no recuperarse de un esquince de tobillo que sufrió ante los Bills. Además, los linieros defensivos Robert Quinn, William Hayes y Michael Brockers están en duda para participar, ya que todavía no se han recuperado al 100 por ciento de las lesiones que hicieron que se perdieran el juego contra Buffalo.

Considerando que Detroit cuenta con uno de los ataques aéreos más peligrosos de la NFL, las cosas no se ven prometedoras para los ‘Carneros’.

El quarterback titular de los Lions, Matt Stafford, ha lanzado 10 pases de anotación; es la cuarta mejor cifra, y es el noveno jugador con más yardas lanzadas (1,378). Su arma principal, Marvin Jones, es el receptor con más yardas de toda la NFL en lo que va de la temporada con 519. Los Lions vienen de quitarle el invicto a los Eagles de Filadelfia venciéndolos 24-23.

Los Rams y los Bills han dividido sus últimos ocho encuentros; Los Ángeles lleva la delantera histórica con una marca de 43-40-1.

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