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Los Santa Cruz salen adelante en familia en su batalla contra el cáncer

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El camino rumbo a su pelea del 30 de julio ante Carl Frampton en el Barclays Center de Brooklyn, Nueva York, ha sido bastante distinto al que ha conocido el púgil mexicano Leo Santa Cruz durante su carrera hasta este punto.

La presencia de su padre y entrenador, Don José, luciendo su acostumbrada tejana negra, ha sido esporádica durante del actual campamento rumbo al combate contra el norirlandés debido a que está sumergido en una batalla contra el cáncer.

Ante esta situación, todo ha quedado en familia y el hermano mayor de Leo, Antonio, ha tomado las riendas en el gimnasio.

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“Lo estamos preparando para que le pelee a Frampton a distancia. No queremos que se junte con él para pelearle al ‘tú por tú’”, dijo Antonio a HOY Deportes sobre el próximo reto de Leo durante una reunión con la prensa en el City of Angels Boxing Gym del sur centro de Los Ángeles. “Lo va a boxear, va a hacer una pelea inteligente. A Leo le gusta darle una buena pelea a su público, le gusta atacar, pero le hemos dicho que no se descuide, que tiene que pelear desde afuera”.

Pese a que en el papel Antonio es el de entrenador oficial de Leo para esta contienda, su función habitual ha sido de coentrenador. Antonio dijo que solo está aportando su parte ya que Don José todavía es el encargado principal de la preparación pese al delicado estado de salud en el que se encuentra actualmente.

“Yo nomás estoy [en el ring con Leo] porque el mero mero es mi papá. Él nos está dirigiendo desde afuera. Solo sigo lo que él dice, ahorita soy como su ayudante. Él me dice ‘sabes que dale las manoplas, dale estas combinaciones’, y desde afuera le hacemos caso a él”, indicó.

De acuerdo con Antonio, quien abandonó su propia carrera boxística para trabajar a tiempo complemento para ayudar a su familia económicamente, ha sido la situación de su padre lo que les ha dado motivación y no se han achicado en su lucha contra el cáncer.

“Él es el que nos está haciendo fuertes. No demuestra que esta malo, siempre nos dice, ‘la enfermedad que tengo no es mala’. La toma como cualquier otra enfermedad”, confesó Antonio. “Nos dice que él le está echando ganas y que no nos vengamos abajo. Por eso le estamos echando ganas nosotros, porque no vemos que él baje los brazos”.

Para Antonio este campamento ha sido su primera experiencia a cargo de un peleador. La ha tomado como una especie de escuela pesando en lo que puede traer el futuro y en sus propias metas personales.

“Estoy poniéndole todas las ganas para aprender lo que me dice mi papá por si algún día, que espero que no sea pronto, nos llega a hacer falta”, expresó el hermano.

“También me gustaría seguir como entrenador para poder seguir trabajando con más peleadores y en un futuro hacer a más campeones”.

Don José sigue firme

Aunque todavía no es un hecho, existe una buena posibilidad que los doctores le permitan a Don José hacer el viaje hacia Brooklyn para que esté en la esquina de Leo ante Frampton.

“Primero Dios ahí vamos a estar… estoy pensado en estar bien para el día de la pelea”, dijo Don José.

Desde el pasado mes de mayo cuando le diagnosticaron que tenía mieloma, en etapa 3, un tipo de cáncer en la espina dorsal, el patriarca de la familia Santa Cruz se ha sometido a una operación, a distintas biopsias y tratamientos de quimioterapia.

Pese a la gravedad de su situación, confesó que hay días en donde se siente desecho por dentro, Don José comentó que nunca ha pasado por su mente que su enfermedad pudiera afectar de una manera negativa a Leo o a él mismo.

“Nunca he pensado en que la carrera de mi hijo se pudiera venir abajo, ni en que yo porque tengo esta enfermedad me pudiera caer”, dijo.

Si bien no está todos los dentro del gimnasio trabajando con Leo, todavía asiste a los entrenamientos cuando puede ya que es algo que lo satisface mucho y que lo ayuda a lidiar con su enfermedad.

“La verdad es que es una rutina que uno agarra. Los días que no voy al gimnasio es como si no hice nada”, explicó.

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