El VAR ha sido calificado como una ayuda importante para los árbitros en el Mundial femenino

La mascota que rara vez se vio en esta Copa Mundial femenina era un pollito francés llamado Ettie, aunque en realidad debería haber sido la de un árbitro entallado viendo una pantalla de TV viendo la repetición de una jugada.

VAR, o el video de asistente de árbitro, debutó en la Copa Mundial Femenina en Francia y en los primeros 44 juegos, hubo 29 revisiones de VAR. Son cuatro más que el Mundial masculino completo, del verano pasado.

Veinticinco de 29 revisiones fueron volcadas, o sea que las decisiones arbitrales en el terreno de juego fueron invertidas. Y Pierluigi Collina, considerada ampliamente como la mejor réferi de todos los tiempos y ahora presidente de la comisión arbitral de FIFA, dijo que es un progreso.

“Estoy contento de tener algo que pueda ayudar al árbitro”, dijo. “Y hubiera estado feliz de tener lo mismo durante el tiempo en que era árbitro cuando cometía algún error.

“Cometer un error en una Copa Mundial significa que alguna participación podría terminar. Si tienes algo que te puede salvar, eso te ofrece un segundo chance, a nadie le importa si una mala decisión es corregida por el VAR. Es algo que ayuda a todos. Es cuestión de acostumbrarse”.

Pero VAR, que debutó en el Mundial de hombres el verano pasado en Rusia, no ha sido arropado universalmente. El entrenador de Inglaterra Phil Neville urgió a FIFA revisar de manera profunda el VAR después de que en la fase de grupos del torneo femenil fue estropeado por varias decisiones controversiales, como la señalización de la mano que en consecuencia terminó en un gol que eliminó a Japón en la ronda de los 16.

Varias de las revisiones se alargaron, deteniendo el juego e interrumpiendo el flujo del juego. Por ejemplo, el réferi húngaro Katalin Kulcsar necesitó cuatro minutos y según se reportó, 12 diferentes ángulos de cámaras para confirmar el penal que decidió el triunfo de Estados Unidos sobre España.

“Han tomado una alocada cantidad de tiempo para tomar decisiones que son increíblemente marginales”, dijo el entrenador de Nueva Zelanda, Tom Sermanni. “Creo que han tomado muy malas decisiones”.

Collina refutó sobre eso también.

“Es cuestión de tiempo contra exactitud”, él dijo. “No puedes ser exacto y ser rápido. Eso no quiere decir que estamos contentos de ser lentos.

“Estamos tratando de hacer las cosas rápidamente, pero en algunas ocasiones necesitas chequear más cosas”.

División continental

Algo curioso se vivió en la etapa de cuartos de final, pues por primera vez, siete de ocho participantes en la Copa Mundial Femenina fueron de la misma confederación, en este caso UEFA. Y la atacante de los Estados Unidos Tobin Heath, quien jugó dos años en Francia con el Paris Saint-Germain, no cree que eso haya sido necesariamente algo bueno.

“Como aficionado, para mí, a esa instancia hubiera preferido algo más de diversidad a ese punto. Encuentro que el futbol europeo en algunas ocasiones es algo aburrido. Y hay algunos equipos que son tan emocionantes para ver, que no necesariamente podrías ver este tipo de diferencias en estilo”, dijo ella, mientras que nombró a Brasil y Japón como ejemplos.

“Es desafortunado que en esa fase de cuartos sucediera porque aprecio realmente a esos equipos que y ya no hacían parte del torneo más”.

Ratings por los cielos

El partido entre Brasil y Francia, en la ronda de 16, fue sintonizado por más de 47 millones de espectadores en los dos países, con una audiencia de Globo TV de 30.6 millones, que rompió el récord en un juego de Copa Mundial femenino impuesto hace cuatro años por Fox, en el que había atraído 25.4 millones para el juego entre Estados Unidos y Japón, en la final de Canadá.

Otros 4.7 millones vieron en otras plataformas brasileras.

La audiencia televisiva en TF1 en Francia fue de 10.6 millones, con otros 1.36 millones viéndolo pagando por el acceso en el Canal+.