Consejos para los aficionados del Tri y su corazón roto

La noche del sábado, yo junto con millones de mexicanos más, volví a saber lo que se siente que te rompan el corazón. Lo vivido el 18 de junio en Santa Clara quedará para la historia, ya que la goleada que recibió México ante Chile es la peor que ha vivido el pueblo azteca desde que alguien en la ciudad minera de Pachuca se le ocurrió patear la primera pelota en el Siglo XIX. Así que no cunda el pánico, aquí te voy a enseñar qué hacer en caso de que te rompan el corazón.

Antes que nada, tuve que investigar si el “síndrome del corazón roto” existe en realidad, o es un buen pretexto para aquellos que amamos escribir, para derrochar miel y llenar de poesía una hoja en blanco. De acuerdo a varias investigaciones de la Universidad de Harvard la miocardiopatía por estrés es una patología aún poco conocida, que equivale a un pequeño ataque al corazón al recibir una noticia demasiado impactante. Se puede manifestar tras conocer algo bueno como ganar la lotería, hasta algo malo como la muerte de un familiar, o en este caso, recibir la peor goleada en la historia del futbol mexicano.

Uno quisiera pensar que los compatriotas que vimos llorando afuera del Levi’s Stadium en el Norte de California “le estaban haciendo al payaso”, pero no. La verdad es que este síndrome puede hacer sentir a los aficionados al balompié azteca como si literalmente les quebraran el corazón con un aumento de la frecuencia cardiaca y en una contracción más fuerte de lo habitual. ¿Pero qué hacer en caso de que te rompan el corazón?

Realmente para curar un corazón roto no hay nada mejor que seguir las cinco etapas tras una perdida: negación, enojo, negociación, depresión y aceptación. Al menos eso piensa Joyce Brothers, afamado psicólogo y columnista de los Estados Unidos. La negación comenzó tras el cuarto gol en Santa Clara, de ahí la afición pasó al enojo contra sus propios jugadores, para luego intentar una negociación con los poderes divinos de que ya acabara el juego. Tras la finalización del partido llegó la depresión y ya hoy, tras haber iniciado la semana, podemos hablar que estamos llegando a términos con este accidente del futbol y lo aceptamos como lo que fue.

Así querido lector, recordemos que el balompié es un juego, es un negocio, es un espectáculo. Claro que nos dolerá cada que nuestros representantes caigan sin meter las manos como fue el caso el sábado, pero también siguiendo estos pasos podremos entender que el deporte más hermoso del mundo puede disfrutarse sin tener que arrancarse todos los cabellos de la cabeza si las cosas no salen bien. “Esto es una buena señal, tener un corazón roto, significa que hemos intentado algo”, dijo Elizabeth Gilbert en su “bestseller” Come, Reza y Ama. Ya no hay pretexto, seguiremos viendo los juegos de la Selección Mexicana como si se tratara de un partido de nuestros hijos o nuestros mejores amigos, pero al menos, ya sabemos qué hacer en caso de que nos rompan el corazón.