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Para el seleccionado estadounidense Miguel Ibarra, no todo fue color rosa

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Uno de los jugadores que dejó el legado de Jurgen Klinsmann fue Miguel Ibarra, quien fue llamado a la selección de Estados Unidos mientras jugaba para la liga NASL, que es considerada una segunda división, con el Minnesota United.

Sin embargo, este equipo ahora funcionará en la MLS como uno de los equipos de expansión en 2017 y el mexicoamericano está listo para abordar la primera división.

“Estar en un equipo nuevo es una gran manera de empezar”, dijo Ibarra a los medios de comunicación en un hotel de Manhattan Beach. “En mi segundo año, estuvimos a punto de perder nuestro equipo en Minnesota pero llegaron los nuevos dueños y las cosas cambiaron”.

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Para Ibarra, el llamado a la selección le cambió la vida, pero al mismo tiempo no todo fue color rosa cuando tuvo la oportunidad de viajar a jugar en la Liga MX en México. Su proceso fue difícil y jugó poco, pero aseguró que aprendió mucho mientras estaba allá.

“Cuando fui al León tuve pocas oportunidades”, confesó Ibarra. “Pero ya cuando pude mostrarme, el entrenador tuvo una oportunidad para ir a otro país y con el nuevo técnico nuevamente me tocó buscar la manera de jugar, entonces a él después lo sacan del equipo. Fue difícil porque fueron tres técnicos y no tuve esa oportunidad como quería”.

Ibarra también aprendió de la cruda realidad que vive los jóvenes que quieren participar en el futbol mexicano: “Ahora es más difícil en México por la regla 10/8. Cuando estuve en León no se les daba muchas oportunidades a los jugadores jóvenes. Antes México era muy bueno con la juventud, pero ahora aquí en Estados Unidos es donde se les da más oportunidades a ellos”.

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