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El Óscar al Mejor Villano es para Jorge Vergara

(HECTOR GUERRERO / AFP/Getty Images)
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Si la Liga MX entregará premios como lo hace la Academia Cinematográfica, desde aquí les aseguro que el dueño de Chivas del Guadalajara, Jorge Vergara, sería ganador del Óscar al Mejor Villano por lo que ha hecho con el alguna –ya lejana- vez llamado Campeonísimo.

Y antes de que me tachen de hacer leña del árbol caído, quiero comentarles que no lo digo porque piense que él es el culpable de todos los males que aquejan al Rebaño Sagrado, sino porque lamentablemente para él, está en una posición donde cada mal paso se le abuchea y las únicas cosas buenas que hace ni siquiera le son aplaudidas. Agréguenle a esto que no sólo es el enemigo público número uno de la afición rojiblanca en este momento, sino que también se ha vuelto en una cara no deseada para los seguidores de los otros equipos que integran la Primera División mexicana por sus comentarios.

Echarle la culpa de la actual situación de Chivas a Vergara sería lo más sencillo del mundo: el equipo está ubicado en los últimos lugares de la clasificación del Clausura 2016, en la penúltima posición de la pelea por el no descenso y para echarle más sal a la herida, es junto a Tiburones Rojos del Veracruz, uno de los dos cuadros que tras ocho fechas todavía no conoce la victoria. Vergara tiene parte de la culpa, pero quizás no ha sabido rodearse de las personas adecuadas en su proyecto, aunado a los constantes problemas que tiene su marca en Latinoamérica y sus broncas conyugales que empañan su trabajo.

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¿Pero qué ha hecho Vergara para ganarse tal distinción? En primera, su régimen al frente del Guadalajara, que comenzó en el segundo semestre de 2002, lo ha llevado a contratar a más de 20 directores técnicos diferentes, despidiéndolos en 24 ocasiones cuando el calor de las brasas es insoportable y busca una solución fácil a sus problemas. Esto quiere decir que, en un año, Chivas tiene al menos dos entrenadores buscando corregir el rumbo de un equipo que sólo ha podido darle la alegría de un título a sus fans en 2007 con José Manuel “Chepo” de la Torre al frente del club.

Esto por sí sólo no es suficiente para volverlo el “villano favorito para odiar” del público. También hay que agregarle lo hecho por su departamento de publicidad con sus desplegados antes de cada partido, algo que logró encender el fuego del odio en los aficionados rivales, convirtiendo al equipo más popular de México en el segundo más odiado por los seguidores del balompié a nivel nacional.

El domingo, tras empatar 1-1 con Xolos de Tijuana y ver como Omar Bravo desperdiciaba una oportunidad valiosísima desde los once pasos, un aficionado del “chiverío” se despojó de su playera en televisión nacional y la aventó al césped del Estadio Omnilife. Escenas como estas se repetirán muchas veces más si Vergara no le da un cambio de rumbo a su gestión como dueño del Guadalajara, pero mientras tanto seguirá siendo el Mejor Villano de la Liga MX.

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