Anuncio

Islandia se despide con la frente en alto

(GEORGI LICOVSKI / EFE)
Share

El rugir de los rítmicos aplausos de los hinchas de Islandia no alcanzó el domingo para inspirar a su selección a otra gesta en la Eurocopa, y el 4-0 al descanso que sufría ante Francia auguraba un final ignominioso para una historia tan admirable.

Pero en el segundo tiempo, los islandeses tiraron de la valentía que les permitió empatarle a Portugal y dejar fuera a Inglaterra.

Los goles de Kolbeinn Sigthorsson y Birkir Bjarnason saldaron el domingo un decoroso 5-2 contra la anfitriona en un partido de cuartos de final, una instancia que hace tres semanas era vista como una utopía para Islandia.

Anuncio

“Dio la impresión que no estuvimos enchufados en el primer tiempo, mientras que ellos fueron muy superiores”, reconoció Bjarnason, el mediocentro islandés a quien se conoce como ‘Thor’. “No pudimos mostrar nuestro mejor fútbol, pero reaccionamos en el segundo tiempo y mostramos personalidad”.

“No creo que nadie se esperara que llegár tan lejos”, añadió Bjarnason. “Hemos cumplido un gran torneo, disputando muy buenos partidos, especialmente contra Inglaterra, así que creo que podemos sentirnos orgullosos”.

El cuento de hadas escrito por una isla habitada por 330.000 personas, que invadió el continente con un fútbol audaz e hinchas ejemplares tenía que llegar a su final, porque la lógica dictaba que en algún momento los favoritos sentimentales de la Eurocopa no podrían seguir protagonizando sorpresas.

Ese momento se dio contra Francia el domingo, en el que afloraron las grandes diferencias que separan a una modesta selección como la de Islandia —que en la ronda previa había eliminado a Inglaterra con un impactante 2-1— y una Francia que tiene talento individual por caudales.

Pero Islandia se va tras haber dado un ejemplo de superación, entusiasta por una epopeya de impacto mundial, que supera a lo hecho por equipo de hándbol masculino que ganó la medalla olímpica de plata en los Juegos de Beijing 2008.

“Han sido cuatro años fantásticos”, dijo el técnico Lars Lagerback tras su último partido al mando del equipo.

El estratega sueco de 67 años deja las riendas a su adjunto Heimir Hallgrimsson: “Es su turno para probarse y alzar vuelo con la selección”, acotó Lagerback.

Ahora, el resto del mundo se ha enterado que lo de Islandia —el país menos habitado en clasificarse a un gran torneo— no fue producto de la casualidad o un milagro de un día al otro.

Fue un proceso que se puso en marcha en 2000, cuando la Asociación de Fútbol de Islandia decidió construir canchas bajo techo para fomentar el deporte en un país en el que las condiciones climáticas —largos y crudos inviernos— impiden su práctica durante todo el año. También abundan los entrenadores con credenciales de la UEFA.

Esa infraestructura debe asegurar que los islandeses participen con regularidad en las grandes citas y no sean meros convidados en las eliminatorias.

El siguiente desafío será clasificarse a su primera Copa del Mundo, que se escenificará dentro de dos años en Rusia. Para Brasil 2014, se habían quedado a la orilla, perdiendo ante Croacia en un repechaje.

“Tenemos un gran futuro, con 10 o 15 jugadores con la edad ideal. Ahora vienen las eliminatorias mundialistas y ojalá que el futuro de Islandia sea brillante y podamos seguir creciendo”, dijo Gylfi Sigurdsson, el volante del Swansea inglés.

Anuncio