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Independiente del Valle elimina a Boca

(EITAN ABRAMOVICH / AFP/Getty Images)
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Hazaña total desde todo punto de vista: el novato Independiente del Valle eliminó el jueves al múltiple campeón Boca Juniors en su propia casa con una victoria de 3-2 que encaminó Luis Caicedo y avanzó a la final de la Copa Libertadores, en su tercera participación en el torneo más importante de la región entre clubes.

El conjunto ecuatoriano reafirmó su victoria de 2-1 en el choque de ida en Quito, para clasificarse finalista por primera vez en su corta historia. En su horizonte y como local, el miércoles recibirá a un Atlético Nacional de Colombia que un día antes dejó en el camino a Sao Paulo de Brasil.

“Esto fue algo histórico, no cualquiera gana acá. Nos propusimos esto partido a partido, tenemos jugadores muy rápidos y aprovechamos eso”, destacó el defensor ecuatoriano Arturo Mina, una de las figuras de la cancha.

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Cristian Pavón abrió la cuenta para Boca a los tres minutos tras recibir un centro del lateral colombiano Frank Fabra, y el defensor Caicedo igualó a los 24 con un remate al ángulo tras capitalizar un córner que se desvió en Juan Manuel Insaurralde en partido jugado en el mítico estadio la Bombonera.

Bryan Cabezas marcó el segundo de los visitantes a los 49 en un contragolpe que tomó mal parada a la defensa del Boca, entre ellos a Juan Manuel Insaurralde.

José Angulo marcó el tercero después que el arquero Agustín Orión se la dejó servida ante un fallido pase en una salida en falso.

Pavón descontó por los locales a los 90 con un remate rasante y ni siquiera festejó el gol, que ya casi de nada le servía a su equipo.

“Si uno analiza los tres goles de Del Valle, eso fueron errores nuestros y eso no nos puede pasar”, se lamentó el técnico de Boca, Guillermo Barros Schelotto. “Me parece que en el primer tiempo jugamos mejor, pero en el segundo no. De todos modos fue una derrota durísima”.

El arquero del Independiente, Librado Ascona, atajó un penal a los 71 minutos al uruguayo Nicolás Lodeiro, compañero de Carlos Tevez en la ofensiva Xeneize del equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto.

Boca se preparaba para jugar su 11ma final de la Libertadores, torneo del cual ha sido campeón seis veces —una menos que el máximo campeón de la historia, el argentino Independiente de Avellaneda.

Sobre la hora del primer tiempo, un remate de Leonardo Jara, zaguero central de Boca, se estrelló en el travesaño cuando Azcona ya no tenía nada que hacer.

Boca ganó los anteriores ocho partidos de Libertadores que disputó ante equipos ecuatorianos en la Bombonera, el primero de ellos cuando vapuleó 4-0 a Deportivo Quito en 1985.

Pero los “Rayados del Valle” lo llamaron a silencio, tal como hicieron en octavos de final con el último campeón River Plate de Argentina, para después hacer lo propio con los Pumas de México.

“Hoy dimos un mensaje de que lo de River no fue casualidad”, dijo el técnico uruguayo del equipo ecuatoriano, Pablo Repetto. “Salimos a jugar con garra y personalidad”.

Un día antes, Atlético Nacional se clasificó finalista al vencer en casa 2-1 a Sao Paulo de Brasil para sellar una victoria del choque de ida 2-0 como visitante.

El conjunto de Medellín se proclamó campeón en 1989 con Francisco Maturana como técnico.

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