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ASÍ VIVÍ MI MUNDIAL: Hristo Stoichkov relata cómo su ‘pequeño país’ derrotó a Argentina y a Alemania en 1994

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Aunque ya han pasado casi 24 años desde que Bulgaria cayó 2-1 ante Italia en las semifinales del Mundial de Estados Unidos 94, al hablar del árbitro de ese encuentro, el legendario Hristo Stoichkov parece que todavía está en la zona de prensa del ya desparecido Giants Stadium de Nueva York.

“Nunca voy a perdonar al francés mientras que esté vivo”, dijo a HOY Deportes hablando sobre Joel Quiniou. “Para mí siempre será maldito”.

Para el exdelantero, el oficial injustamente no marcó dos penales a favor de su equipo en la segunda mitad del choque contra los Azzurri, los cuales posiblemente hubieran cambiado la historia y puesto a Bulgaria en la final.

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“Por donde le he visto, fueron penales. Él sigue diciendo que no fueron”, exclamó el comentarista de partidos de futbol por la cadena Univision. “Yo le sigo diciendo que sí, que son penales…hay dos claritos”.

Stoichkov cree que no fue casualidad que Quiniou fue designado para dirigir el partido pues los organizadores querían asegurase que Italia llegara a la final. Para él, el árbitro entró con la disposición de perjudicar a Bulgaria a toda costa como represalia ya que habían dejado a su país, Francia, en el camino durante las eliminatorias rumbo al mundial norteamericano.

“Era muy difícil poder pasar”, comentó Hristo.

Sin embargo, pese al trago amargo de la eliminación contra los italianos, la exestrella del Barcelona recuerda con cariño lo que fue su primer mundial y el sorpresivo y sensacional pasó de Bulgaria.

En sus cinco participaciones mundialistas previas los de Europa del Este no habían podido ganar un solo partido en 16 intentos. El llegar a estar a un a paso de la final no era la meta que Bulgaria tenía en mente antes de su aventura estadounidense.

“El objetivo era ganar un partido”, contó Stoichkov entre risas.

Al inicio parecía que sería otro Mundial igual. En el primer partido del Grupo D fueron doblegados 3-0 por Nigeria. Pero luego se repusieron al arrasar 4-0 a Grecia. En el último cotejo del sector Bulgaria se jugaría el boleto a los octavos de final contra Argentina. Terminaron venciendo 2-0 a una albiceleste que había quedado en estado de “shock” tras enterarse horas antes de este juego que su capitán, Diego Armando Maradona, había sido inhabilitado por dar positivo al uso de una sustancia prohibida.

Stoichkov considera que el marcador hubiera sido el mismo, con Maradona o sin el 10 argentino en ese partido.

“Con él o sin él, Bulgaria no podía perder, eso lo tenía muy claro yo”, subrayó el analista de Univision Deportes. “Si hubieran jugado 10 Diegos en aquel partido, era imposible que Bulgaria pudiera perder. Teníamos mucha confianza…teníamos que pasar el grupo”.

Avanzando como el segundo lugar de su grupo, a los búlgaros les tocaría medirse ante el primer lugar del Grupo E, México, en Giants Stadium. Tras haber librado el “Grupo de la Muerte”, el Tri entraba al cotejo como favorito. Se pensaba que el intenso calor que azotaba a esa a zona y el apoyo en las gradas serían dos cartas claves a favor de los aztecas para poder llevarse el triunfo. No fue así.

“El calor era tanto para ellos que como para nosotros. México siempre tenía el pensamiento que iba a ganar porque estaba enfrente de su público. El público no juega en el terreno de juego”, expresó Stoichkov, quien también indicó que Bulgaria veía a la selección mexicana como un rival de cierto respeto. “Fue un partido disputado. Atacamos y defendimos sabiendo que México era un equipo poderoso. Pero tampoco nos asustó el jugar contra ellos”.

Hristo no tardaría mucho para hacerse presente en el partido, y lo hizo de gran manera. Al minuto seis, en una trepidante jugada de contragolpe, el delantero invadió el área mexicana y venció al potero Jorge Campos con un formidable escopetazo al ángulo superior del primer palo para hacer uno de goles más laureados en la historia de los mundiales.

“Es un gol que cualquier delantero quiere marcar”, aseveró Stoichkov. “Fuimos a un contragolpe, cuando ellos tenían el balón dejaban muchos espacios. Fue una jugada bastante practicada. Cuando entré al área intenté hacerlo de la mejor manera. Fue el gol más bonito del Mundial”.

Al terminar 1-1 tras el tiempo reglamentario, Bulgaria vencería al Tri por la vía de los penales para acceder a la fase de cuartos de final por primera vez. Ahí se convertirían en “mata gigantes” al eliminar al vigente campeón, Alemania, derrotándolo 2-1.

Stoichkov señaló que el equipo jamás dudó que podían asombrar a los teutones pues su nivel era cuestionable.

“Alemania no era una potencia muy fuerte”, dijo. “Teníamos dos jugadores que jugaban en la Bundesliga, Petar Hubchev y Yordan Letchkov, y me decían que íbamos a ganar este partido. Estaban muy confiados por que conocían el futbol alemán”.

Pese a no poder viajar a California para enfrentar a Brasil en la final en el Rose Bowl, Stoichkov se fue de Estados Unidos 94 repleto de orgullo.

No solo “un país pequeño” como Bulgaria había quedado entre los mejores cuatro equipos del mundo, sino que en lo personal también le fue bien a él al ganar la Bota de Oro como el máximo goleador del certamen (6). Fue una cosecha bastante abundante para una selección que jamás había visto un marcador a su favor.

“Más satisfecho no se puede quedar. Cualquier selección quería estar en nuestra posición y estar entre los primeros cuatro del mundo. Fíjate cuántos equipos hay y muchos no pueden”, indicó.

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