LA Galaxy busca a los mexicanos 13 años después

No es casualidad la llegada de Giovani Dos Santos al Galaxy de Los Ángeles, un equipo mayormente identificado con aficionados centroamericanos y la zona “gringa” adinerada de la costa.

Bruce Arena, quien desde su llegada al conjunto galáctico en 2008 no había contratado a un solo jugador mexicano de renombre, en la presentación del mexicano sonreía como un niño con juguete nuevo (uno muy caro, por cierto).

Si hay algo que hay que reconocerle al Galaxy es que sabe lo que quiere y es agresivo para convertir ese deseo en realidad.

Para contratar a Giovani, quien debuta este jueves en la Concachampions y el domingo en la MLS ante el Sounders de Seattle, la gerencia del Galaxy tuvo que hacer varios movimientos claves.

Para empezar, tuvo que cambiar las reglas de la MLS en plena mitad de temporada. Alterar los reglamentos en pleno campeonato, es algo que el Galaxy ya está acostumbrado a hacer pues hizo lo mismo en la llegada de David Beckham en 2007. En ese entonces, no se podían contratar jugadores con un salario mayor a $400,000 pero el Galaxy inventó una regla para firmar a Beckham a un contrato de $32.5 millones por cinco años.

Lo más complicado fue convencer a Giovani de venir a la MLS. Para eso, le pidieron a Robbie Keane, un excompañero de ‘Gio’ en el Totteham, que lo convenciera, tal como hizo con Steven Gerrard, y además le ofrecieron una cantidad de dinero que el mexicano no podía rechazar.

El último jugador azteca de renombre que llegó al Galaxy fue en 2001 cuando Luis Hernández firmó en la recta final de su carrera. Tardaron 13 años para que al Galaxy se acordara de la mayor cantidad de aficionados al futbol en el Sur de California.

Curiosamente, la razón principal de que Giovani este en Los Ángeles tiene cuatro letras: LAFC.

El nuevo equipo de la MLS, Los Angeles Football Club, quien tendrá su hogar a un lado del Coliseo, entrará a la liga en 2018. Entre sus planes está también el de “enamorar” a los 90,000 aficionados que llenan el Coliseo o el Rose Bowl cada que viene el Tricolor.

A menos de tres años del debut del LAFC, el Galaxy intenta con Dos Santos “arrebatarle el mercado” al nuevo equipo de L.A.

La franquicia propiedad del grupo de Magic Johnson, Nomar Garciaparra, Mia Hamm y compañía, aunque tienen dinero, están ocupados con el tema del estadio. El inmueble estará mejor situado que el StubHub Center aunque al nuevo equipo aún le falta identidad: No tienen colores, ni escudo, ni jugadores y mucho menos historia.

El Galaxy tendrá dos décadas de ventaja sobre el LAFC y encomiendan sus esperanzas de atraer al público mexicano en esta inversión de $37 millones.

Mientras el Galaxy siga ganando campeonatos y tenga buenas contrataciones, no hay nada que los pueda hacer temblar ante el nuevo club de L.A... a menos de que el LAFC también tenga un as bajo la manga. En tal caso, la afición de Los Ángeles será la que salga ganando nuevamente, tal como ha sucedido en esta ocasión.