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¡Qué bueno que te vas, ‘Cuau’!

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El ceño de Cuauhtémoc Blanco se puso como balón desinflado y me lanzó una mirada de ‘perdonavidas’, mientras me saludaba y caminaba rumbo a su habitación.

Fue en una tarde calurosa de 2007, en un hotel de Los Ángeles, el América estaba de visita para un amistoso y gracias a Víctor Salas, compadre de ‘Cuau’, exdefensa del América y residente angelino, eludimos a la turba de americanistas que imploraban por ver a su ídolo.

Entonces le comenté de la vez que fue con el América (en su segunda etapa, en 2000) al estadio de los Pumas y al final, desde el autobús, encaró e hizo muecas a fans de los felinos: “Son muy bravo, apoyan a su equipo, pero les ganamos, amigo”.

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El sábado lo vi despedirse (dice que ahora sí) del futbol, metido en le jersey amarillo que tanto ama, con su redondo vientre, cachetón y con menos cabello… pero destilando clase en el campo con 43 años de edad.

¡Qué bueno que te vas, ‘Cuau’!

Porque entonces comienza (ahora sí) tu leyenda.

Disfruté y contuve la respiración en el balón que pusiste al poste, ante la mirada de más de 60 mil fans en el Estadio Azteca, y el angustioso lance del portero del Morelia.

Y con esa imagen, vinieron a mi mente otros momento, como cuando sacaste al portero Isaac Mizrahi, del Atlas, y “arrastraste” (así lo dijo) al defensor Héctor López, para meter un GOLAZO,

Cuando celebraste un gol simulando orinar como perro en la portería del rival…

Cuando te lanzaste a la red tras una anotación…

Cuando hiciste la ‘Cuauhteminha’ en el Mundial Francia 98 y los dos coreanos que te marcaban alzaron las cejas…

El golazo que le marcaste a Bélgica en Francia, tras lanzarte y conectar con la punta del pie izquierdo el balón…

¡Qué bueno que te vas, ‘Cuau’!

Porque cada que des noticias recordaré tus grandes jugadas y las reviviré cuando quiera en youtube.com

Porque tu historia tuvo el final feliz que tú elegiste tras sobrevivir y señalar a los directivos del América y del futbol mexicano, y a algunos de tus entrenadores y colegas que te intentaron bloquear.

¿Despedida desorganizada? ¿Al ‘vapor’? ¿Con irregularidades en tu registro con el América? Quizá. Pero sólo es reflejo de la sombra que tu brillante carrera tuvo, como cuando te cazaron fumando y trasnochando en el Mundial 2010.

Y también es una muestra de cómo se maneja el América, y los directivos, en un futbol mexicano que no está acostumbrado a honrar a sus (pocas) figuras y solo lo hace (a veces) hasta que mueren.

¡Qué bueno que te vas, ‘Cuau’!

Porque con tu partida, a los 43 años y presumiendo talento en el majestuoso Estadio Azteca, exhibes la carencia de figuras y líderes en el América y de futbolistas mexicanos, que luchan por un espacio entre decenas de extranjeros y naturalizados.

…y en tu último recorrido, con lágrimas y luego con la ‘Temoseñal’, no te viste tan rudo como cuando, en el ocaso de tu carrera, tiraste el dardo de que jugarías para los Pumas, acérrimos rivales de América, si se arreglaban. “Qué tal eso, ‘pareja’”, me dijiste. Y reímos con tu descaro.

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