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Triste debut de Argentina confirma lo que dijo Messi

El delantero argentino Lionel Messi tras fallar una ocasión de gol en la derrota 2-0 ante Colombia por el Grupo B de la Copa América, en Salvador, Brasil, el sábado 15 de junio de 2019.

El delantero argentino Lionel Messi tras fallar una ocasión de gol en la derrota 2-0 ante Colombia por el Grupo B de la Copa América, en Salvador, Brasil, el sábado 15 de junio de 2019.

(Ricardo Mazalan / AP)
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Argentina no es candidata, vaticinó Lionel Messi antes del inicio de la Copa América. El fatídico debut ante Colombia lo confirmó.

La Albiceleste, que no caía en su primer partido del certamen continental desde hacía 40 años, sufrió los goles y una lección colectiva de fútbol. En este punto, el veterano portugués Carlos Queiroz, desde febrero técnico de Colombia, dejó en evidencia a su novato colega argentino Lionel Scaloni, con un par de meses más en el cargo, el primero de su carrera como entrenador.

Es cierto que Argentina transita una etapa de renovación, con una mayoría de jugadores que debutaron oficialmente con la selección el sábado en el estadio Arena Fonte Nova de Salvador. Pero la Albiceleste recayó en los mismos vicios que forzaron la salida de la mayoría de los históricos.

Amontonar buenos jugadores y librarse a la suerte de lo que cada uno pueda hacer conduce al fracaso incluso a nivel sudamericano, donde las limitaciones técnicas se suplantan con rigor táctico. No fue el caso de Colombia, claro, que además de futbolistas de jerarquía fue inteligente para neutralizar a Messi — con Wilmar Barrios como gran responsable — y sacar provecho de la descoordinación entre laterales y volantes argentinos para cubrir los espacios.

“Los jugadores saben muy bien que esto es largo y que quedan dos partidos por delante. Lo más importante es quedarse con lo bueno y corregir los errores que tuvimos”, afirmó Scaloni tras el partido, con escasa autocrítica.

No convenció tampoco su explicación sobre el cambio del artillero Sergio Agüero por Matías Suárez, otro delantero, con el equipo abajo en el marcador. El Kun, que llegó al certamen con el respaldo de una magnífica temporada en el Manchester City, tuvo apenas un remate de gol durante el partido. Pero su baja calificación no puede escindirse del mayor defecto que tiene la selección argentina: la falta de juego en su mediocampo, de la que también es víctima Messi.

Este es un problema de larga data, que no puede achacársele a Giovani Lo Celso, Guido Rodríguez y Leandro Paredes. No dieron garantías en la recuperación, pero tampoco ofrecieron pases entre líneas ni apariciones por sorpresa en área rival.

“En todo gol hay errores y cosas que corregir, pero no me interesa echarle la culpa a nadie. Acá perdimos todos, somos un equipo”, aseveró Scaloni.

En los primeros minutos del complemento, Argentina mostró su mejor versión a partir del ingreso de Rodrigo De Paul por el histórico Ángel Di María, que pasó desapercibido en la primera parte. El joven volante del Udinese de Italia aportó desparpajo y tuvo algunas buenas conexiones con Messi, pero todo se diluyó a partir del primer gol de los colombianos.

“Sabíamos qué rival enfrentábamos. Dos equipos que quieren ser protagonistas, si había un momento para tropezar era este”, opinó De Paul. “Acá no existe presión sino responsabilidades. El miércoles saldremos con la mejor cara”, avisó en referencia al próximo partido con Paraguay el miércoles en Belo Horizonte.

Argentina fue campeón 14 veces de Copa América y finalista en las últimas dos ediciones.

Messi, que pareciera está tomándose con más calma los golpes con Argentina, dejó un mensaje esperanzador: “Tenemos muchísimas chances todavía. Ahora levantamos la cabeza y seguimos adelante”.

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