Ódienlos más...

Ser aficionado del América debería estar clasificado como trabajo de alto riesgo. Pierda, empate o gane, siempre habrá alguien que esté en contra del cuadro capitalino. Ahora que los jugadores azulcremas fueron eliminados por Pumas UNAM de la Semifinal del futbol mexicano me di cuenta de que ser de las Águilas es muy complicado y más cuando siguen dando razones para que los fans de otros equipos los ataquen, por eso aquí están las razones para decir “ódienlos más”.

Y antes de que me comiencen a tacharme de “americanista de clóset” o cualquier otra barbaridad que puedan escribir en línea, les digo que veo esto desde el punto de vista del periodismo deportivo. América es un ejemplo perfecto de aquel mal hábito mexicano de odiar el éxito ajeno.

Quizás lo peor de todo, para aquellos que no quieren a los emplumados, es que cada vez dan más razones para aborrecerlos: no sólo consiguieron un importante campeonato hace apenas unos años, también son una fuente de futbolistas para la Selección Mexicana, representan al país en competencias internacionales, y aunque no quieran, juegan bien.

Así es, el América es un cuadro que deja un buen sabor de boca; con nueve futbolistas casi consiguen un milagro ante Pumas el domingo pasado y en cuestiones de raiting son un gran negocio para las televisoras ya que hay gente que incluso sintoniza la caja mágica sólo para ver si pierden. Mirarlos en la cancha es un placer, con juegos emocionantes, muchos goles y una idea de que el futbol se debe de disfrutar. Sus dos grandes defectos han sido ser el América y la indisciplina del equipo, en ese orden.

Esto, sumado a su campaña lanzada hace unos años llamada “ódiame más”, ha logrado que Águilas esté siempre en boca de todos. Equipos grandes o chicos están siempre al pendiente de los capitalinos. Si ganan es por culpa de la ayuda del árbitro, si empatan no saben de futbol y si pierden hay fiesta en todos los rincones a los que llega el futbol mexicano.

Honor a quien honor merece. El América es un equipo que trasciende más allá de los aficionados a la oncena capitalina; ahora representarán a México en el Mundial de Clubes y no faltará quien se desvele viendo sus juegos sólo para poder burlarse de ellos. Mientras tanto, este cuadro seguirá dando de qué hablar, tanto por todo lo bueno que hace como por aquellos errores que también comete. Al fin y al cabo aborrecerlos es una moda que seguirá por mucho tiempo, no importa si son campeones o son últimos en la tabla. Así que sí odiar algo exitoso les da placer, los que visten la playera azulcrema seguirán dándoles razones. Ódienlos más, créanme, ellos lo disfrutan.