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Daniel Jacobs espera demostrar ante Canelo que es el ‘verdadero’ campeón

Daniel Jacobs attends a news conference for a middleweight title boxing match against Canelo Alvarez, Wednesday, May 1, 2019, in Las Vegas. The two are scheduled to fight Saturday in Las Vegas.

Daniel Jacobs attends a news conference for a middleweight title boxing match against Canelo Alvarez, Wednesday, May 1, 2019, in Las Vegas. The two are scheduled to fight Saturday in Las Vegas.

(John Locher / AP)
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Si el objetivo era vender la próxima pelea, y solo la próxima pelea, las palabras que se le escaparon a Daniel Jacobs el mes pasado fueron contraproducentes.

Cuando le preguntaron por su opinión sobre el empate y la victoria que se le otorgó a Canelo Álvarez en sus dos peleas contra Gennady Golovkin, Jacobs dijo a los periodistas: “En mi honesta opinión, creo que Golovkin ganó ambas peleas”.

Jacobs se enfrentará a Álvarez el sábado en el T-Mobile Arena.

El punto que Jacobs quería destacar no era la calidad de ese campeonato de peso mediano, que debería ser una de las peleas más competitivas en cualquier categoría de peso este año.

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Lo que Jacobs estaba haciendo era demostrar que es el mejor peso mediano del mundo.

Jacobs cree que derrotó a Golovkin hace dos años, a pesar de que Golovkin recibió oficialmente la decisión a su favor. Así que si Golovkin merecía vencer a Álvarez, la lógica diría entonces…

“Siempre he dicho que soy el mejor”, dijo Jacobs.

Muy bien podría serlo.

Con una altura de seis pies, tiene una ventaja sobre la mayoría de los oponentes en las 160 libras. Se mueve bien para ser un boxeador de su tamaño, como Golovkin aprendió de primera mano. También puede golpear.

Su variedad de dones, junto con una famosa carrera amateur, le valió el apodo de ‘El Niño de Oro’.

Ese capítulo de su vida llegó a su fin en 2010, cuando peleó por un campeonato mundial por primera vez. Con la versión de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) del título de 160 libras, Jacobs fue noqueado en el quinto round por un derechazo. Desde entonces ‘El Niño de Oro’ ya no existió. No ha peleado en Las Vegas desde entonces.

“Si usted sabe algo sobre la última vez que peleé en Las Vegas y la edad que tenía, y las cosas por las que estaba pasando en ese momento, ahora soy un boxeador completamente distinto”, dijo Jacobs.

Jacobs tenía 23 años. Antes de entrar al cuadrilátero del Mandalay Bay esa noche, lloró en su vestuario. Habían pasado solamente cuatro días de la muerte de la abuela con quien se crio.

La vida le dio otro golpe al año siguiente, cuando a Jacobs le diagnosticaron osteosarcoma, una forma de cáncer de hueso. Un tumor del tamaño de una moneda de 25 centavos alrededor de su columna vertebral.

Volvió a la acción a finales de 2012 con un nuevo apodo, ‘El Hombre Milagro’, y se consolidó como un contendiente legítimo con un sensacional triunfo en el primer round ante el candidato a la medalla Peter Quillin en diciembre de 2015. La victoria sobre Quillin lo colocó en un rumbo de colisión con Golovkin, con quien se enfrentó en marzo de 2017.

La altura, longitud y elusividad de Jacobs presentaron problemas para Golovkin, a quien se le otorgó la victoria tras una decisión controvertida.

Mientras que Álvarez y Golovkin se vieron las caras dos veces en los últimos dos años para determinar quién era el mejor peso mediano del mundo, Jacobs se enfrentó a una oposición mediocre. Jacobs ha vuelto a ser el centro de atención. El sábado por la noche, buscará reclamar oficialmente un título que cree que es legítimamente suyo.

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