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Óscar de la Hoya recuerda al ‘Chiquilín’: Me dijo ‘no, no, no, póngase pero como hombrecito’

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El pasado 18 de febrero, el mundo del boxeo se conmocionó con la noticia de un personaje que dejó una huella profunda en el deporte y en sus personalidades.

Cargando sus cámaras de un lugar a otro, movilizándose de cualquier medio sin manejar, Jorge García se ganó el cariño y el respeto de sus colegas y atletas.

“El ‘Chiquilín’ era una persona importante porque era un pionero, que tenía tanta experiencia en fotografía, sea de béisbol, del futbol, especialmente del boxeo”, dijo Óscar de la Hoya, quien tuvo su primer encuentro con el fotógrafo a sus 12 años de edad cuando apenas se desarrollaba en el boxeo.

La salud del oriundo de Torreón, Coahuila, empezó a malograrse en 2005 cuando sufrió el primero de dos derrames cerebrales. Sin embargo, eso no lo detenía para seguir haciendo lo que más disfrutaba.

“Hasta el último momento a él le gustaba estar en las funciones de boxeo, conferencias de prensa y pues estaba ya en sillas de rueda, ya estaba grave, estaba malo”, dijo el ‘Golden Boy’ en sus instalaciones en Los Ángeles. “Obviamente tristes, uno nunca quiere creer que una persona tan cercana ya falleció, duele mucho. Pero también tenemos recuerdos bonitos, él vivió su vida tranquilo, feliz, porque siempre estuvo haciendo lo que a él le gustaba que era tomar fotos con todas las celebridades, los atletas, era una persona única”.

El presidente de Golden Boy Promotions señaló a García como alguien honesto y que le impacto su carrera como boxeador.

Entre las tantas anécdotas que recuerda De la Hoya sobre el ‘Chiquilín’, fue la primera la que más le dejó marcado sobre todo por la frescura y originalidad del diminuto personaje.

El primer encuentro se dio cuando De la Hoya entrenaba en el “Resurrection Gym”, que fue demolido hace 13 años, y entre por los menos 100 niños, García hizo presencia.

“Entra un señor con tres o cuatro cámaras, leyendo un papel: ‘¿dónde está este chamaquillo Óscar de la Hoya?’ y está grite y grite ‘Óscar de la Hoya’ pues había mucho ruido en el gimnasio y yo bien tímido le dije ‘aquí estoy señor, aquí estoy’”, recordó.

‘Chiquilín’ había sido enviado por la redacción en la que trabajaba para fotografiar a De la Hoya.

“Me dijo: ‘me mandaron para tomarte fotos, no sé por qué pero me mandaron’. Me pidió que me pusiera en guardia para tomarme fotos y me dijo ‘no, no, no, póngase pero como hombrecito’ y pues OK y que se quita las cámaras y me jala, me pone el brazo arriba y me acomoda los pies… ‘así es cómo debe ser, póngase como hombrecito’. Yo a los 12 años era bien tímido y la verdad de ese momento nunca me olvido porque el ‘Chiquilín’ era una persona que tenía mucha influencia en personas y atletas. Él era un carácter agradable, especialmente en el mundo del boxeo”.

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