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Golovkin: poderoso, invicto y campeón

Gennady Golovkin conecta a David Lemieux, durante el choque celebrado en el Madison Square Garden de Nueva York.

Gennady Golovkin conecta a David Lemieux, durante el choque celebrado en el Madison Square Garden de Nueva York.

(Al Bello / Getty Images)
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Gennady Golovkin lució imponente en uno de los máximos escenarios y extendió su racha de nocauts a 21 peleas, al apabullar el sábado en ocho asaltos al canadiense David Lemieux.

El árbitro mostró piedad ante el desigual combate en el Madison Square Garden y lo detuvo a los 1:32 del octavo, mientras el kazajo castigaba a un ensangrentado Lemieux en las sogas.

Golovkin (34-0, 31 nocauts) sumó la corona del peso mediano de la FIB al título de la AMB que ya tenía. Lo más importante es que respondió con una exhibición más que convincente, en momentos en que se le considera el futuro astro del boxeo mundial, luego que Floyd Mayweather Jr aseguró que se retiraría.

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“Les dije que esta pelea era muy importante”, comentó Golovkin. “Di un gran espectáculo para mis fanáticos y mis amigos. Gracias a mis seguidores. Gracias a toda la gente”.

Lemieux, otro fuerte pegador, sufrió apenas su tercer revés en 35 combates.

Desde el arranque, Golovkin dominó con un potente y certero jab, que mantuvo a raya a Lemeiux y entusiasmó al público que llenó el graderío y que coreó ‘Triple G’ durante toda la pelea.

Con la victoria, Golovkin habría asegurado una pelea que sería muy rentable, en el segundo trimestre de 2016, contra el púgil que gane el duelo previsto para el 21 de noviembre, entre el mexicano Saúl ‘Canelo’ Álvarez y el boricua Miguel Cotto.

“Él estará en esa pelea y buscará enfrentar al triunfador”, afirmó el promotor Tom Loeffler. “Quien gane ese combate ascenderá evidentemente a la cúpula del boxeo, como Gennady ascendió hoy”.

Aunque conectó algunos buenos golpes en los últimos rounds, Lemieux jamás puso en peligro a Golovkin, quien en cambio lo lastimó y estuvo a punto de derribarlo en el cuarto episodio con un gancho de izquierda que inmediatamente le hinchó el ojo derecho.

Lemieux terminó el sexto con la nariz ensangrentada después de un óper de derecha justo antes de que sonara la campana.

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