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Multifacético cronista deportivo revive noches mágicas del pugilismo angelino

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Cuando se trata de escuchar anécdotas y grandes historias en el deporte de Los Ángeles, especialmente del boxeo, uno debe de prestar mucha atención a Fernando Páramo.

Testigo de las noches de gloria de ídolos del pugilismo como Julio César Chávez, hasta los días mágicos del Olympic Auditorium, Sports Arena y el Forum de Inglewood, el oriundo de Uruapan, Michoacán, llegó en 1963 a los Estados Unidos y durante gran parte de su vida se dedicó a narrar los acontecimientos en el encordado por medio de una máquina de escribir o el micrófono.

Aunque está orgulloso de ser mexicano, Páramo se considera un angelino, debido que ha vivido muchos años en esta ciudad.

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“Yo pasé ocho años en Uruapan, uno en Apatzingán y dos en el Distrito Federal, pero he vivido toda mi vida aquí”, dijo Páramo, hijo de un jugador profesional del Toluca en los años cuarenta.

En el boxeo, Páramo ha sido reportero, publicista, promotor, narrador y muchos otros papeles que el destino le ha delegado. Pero como muchos, comenzó como un aficionado.

“Mi abuelo era muy aficionado por la radio. Escuchábamos mucho las peleas del ‘Ratón’ Macías y el [Ricardo] ‘Pajarito’ Moreno”, dijo Páramo, de 65 años.

Cuando llegó en Los Ángeles, se convirtió en fotógrafo del equipo de campo y pista de su escuela. Precisamente, en ese mismo equipo de atletismo competía el hijo de Joey Olmos, quien trabajaba en la Comisión Atlética de Boxeo de California. A cambio de las fotos que tomaba, recibía cuatro boletos para ir al Olympic Auditorium.

“Entonces veníamos al Olympic todas las semanas”, indicó Páramo.

Comenzó a narrar boxeo con el duelo entre Marvin Hagler y Thomas Hearns en 1985 para HBO. Participó en la desaparecida Cadena Deportiva con “Boxeo desde el Forum”.

Trabajó frente al micrófono con Jaime Jarrín, el legendario narrador de los Dodgers, así como con Tom Kelly, una autoridad en el Sur de California. Junto a Kelly, Páramo ganó cuatro Emmys en boxeo con KCAL y su “Fight Night Live”.

“Lo que hizo el Forum muy grande es que tenía un gran presupuesto”, recordó Páramo. “Como tenían buen presupuesto, traían lo mejor del mundo. Aquí pagaban 10 veces más que en México”.

El aspecto económico fue el motivo por el cual comenzaron a llegar a Los Ángeles peleadores como Marco Antonio Barrera, Juan Manuel y Rafael Márquez.

“Disfruté mucho las transmisiones de KCAL porque ahí se desarrollaron muchos boxeadores. Peleadores como la ‘Chiquita’, Barrera, Márquez, la continuidad del ‘Maromero’ Páez”, expresó. “Si eras bueno, por acá pasabas”.

Como Páramo trabajaba como editor de La Opinión y conocía mucho a los peleadores latinos, sentían en KCAL que aportaba buen contenido porque sabía varias anécdotas de los peleadores, así como información que no muchos conocían.

En el aspecto publicitario, ha sido parte de varias funciones grandes, como cuando trabajó con Don King promoviendo la pelea de Chávez ante Greg Haugen en 1993 ante 132,000 personas en el Estadio Azteca. El triunfo de Chávez ante Tony ‘El Tigre’ López en 1994 en Monterrey.

Páramo vivió peleas encarnizadas como la de Rodolfo ‘Gato’ González ante René Arredondo en la ya desaparecida Sports Arena.

“Cuando terminó esa pelea, René Arredondo tenía las manos casi quebradas. Al ‘Gato’ González no se le veía la cara. El doctor llegó a atender a ambos. Los dos estaban sumergidos en hielo. Los dos masacrados de la cara”, recordó.

Entre las noches más memorables, recuerda en 1990 cuando perdió el invicto Humberto ‘La Chiquita’ González en el Forum ante el filipino Rolando Pascua tras 30 triunfos consecutivos. Estuvo en 1996, cuando Barrera le dio una paliza a Kennedy McKinney en el Forum y se dio a conocer como un gran campeón.

En 1978, vio cómo derribaron a Salvador Sánchez por Juan Escobar, la última vez que el mexicano probó el entarimado. También, recuerda que Chávez no se vio bien ante Adriano Arreola en 1983 antes de conquistar los títulos del mundo y convertirse en el ídolo mexicano.

“Muchas de las peleas que Chávez hizo, las hizo cuando estaba lastimado. La gente no se daba cuenta. Muchas veces era el tobillo, otras la espalda. Los tobillos nunca los tuvo bien”, dijo el exeditor de deportes

“Cuando peleó con Meldrick Taylor tenía bronquitis”, declaró. “Cuando le peleó a Giovani Parisi, se había caído en el baño y tenía el coxis dañado”.

Páramo explicó que cada que peleaba Chávez, lo visita la mañana del día de la pelea para platicar con él en su hotel. El periodista tuvo una buena relación con Chávez, pues lo conoció desde que apenas comenzaba en el pugilismo. Luego, lo ayudó a promover otras peleas.

“Lo vi por primera vez con una camisa blanca toda jodida. Unos huarachitos que se ponen en un dedo”, dijo Páramo, graduado en banco y finanzas de UCLA. “A Julio no lo comenzaron a seguir bien hasta que le ganó a Taylor”.

El cronista recuerda que Chávez al ver a la afición de 132,000 personas que llegaron para verlo en el Estadio Azteca, se le cayó una lágrima al gran campeón mexicano.

Hoy en día, Páramo trabaja en funciones de boxeo en Tijuana y promueve a jóvenes valores, como Joseph Landeros.

Su inconfundible voz también se puede escuchar durante los partidos internacionales de futbol del Coliseo, Rose Bowl y el StubHub Center, pues es el anunciador del estadio.

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