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La esposa y mánager guatemalteca de Tim Bradley

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Al momento de promover su última contienda, el ex campeón del mundo Timothy Bradley lucía como un chico de 15 años enamorado de su novia.

Al subirse al podio en una conferencia de prensa en Hollywood, Bradley lanzó besos dirigidos a su esposa, quien estaba sentada a unos metros a su derecha.

“Quiero darle las gracias a mi mánager, por ser mi esposa. No sé cómo lo hace. Tenemos niños en la casa y todavía viene uno más”, dijo Bradley, de 31 años, sobre su pareja guatemalteca, Mónica Bradley.

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Bradley es uno de los nombres más conocidos en el boxeo después de sus dos enfrentamientos ante Manny Pacquiao. Sin embargo, su carrera ha acarreado una gran dosis de controversia debido a la victoria por decisión que se llevó ante el filipino en 2012, un triunfo al que muchos vieron como “un robo”.

Pero ‘La Tormenta del Desierto’, como conocen al pugilista residente de Palm Springs, también ha vencido a rivales de calidad como Ruslan Provodnikov y el mexicano Juan Manuel Márquez. El 13 de diciembre enfrentará al argentino Diego Cháves en el Cosmopolitan de Las Vegas, su primera cita después de haber perdido el invicto ante Pacquiao este año.

La historia de Mónica y Bradley es de reencuentro, sacrificios y de retos económicos. Ambos se conocieron y se enamoraron mientras cursaban la secundaria.

Mónica y Bradley entonces tomaron rumbos diferentes en la vida. La originaria de Ciudad de Guatemala tuvo dos hijos en un anterior matrimonio y vivió por un tiempo como madre soltera hasta que se reencontró con Bradley.

“Es raro que te encuentres a un hombre de 23 años que quiera la responsabilidad de dos niños en una nueva relación”, dijo Mónica a Yahoo Sports en una de las primeras apariciones de la guatemalteca ante los medios.

Mónica se casó con Bradley en 2010 y tuvo dos hijos más con el peleador. Un tercer hijo está por llegar.

Cuando ella se reencontró con el boxeador, este todavía no ganaba los millones que ahora obtiene en sus pleitos.

La primera contienda de Bradley que presenció fue en 2006 cuando el californiano venció en un round a Alfonso Sánchez en el Doubletree Hotel de Ontario.

“Estaba contenta de que terminó la pelea en un round, es muy difícil verlo… el boxeo es muy duro”, dijo Mónica a HOY Deportes, para luego hacer una declaración muy clara para ella.

“Odio el boxeo. Nunca había seguido el boxeo hasta que lo conocí a él”, explicó la chapina, quien junto a Bradley pasaron varias dificultades económicas en sus primeros años juntos. Bradley inclusive trabajó por algunos años en restaurantes lavando platos y de mesero. Bradley estuvo a punto de dejar el boxeo en 2007 cuando se lesionó antes de una pelea ante Miguel ‘El Títere’ Vázquez.

Con la cuenta bancaria casi en cero, Bradley pensó en dejar el deporte pero Mónica lo convenció de seguir.

De acuerdo a Mónica, la cuenta bancaria de Bradley tenía apenas $11 cuando enfrentó a Junior Witter en 2008, una pelea que resultó ser clave para la carrera del estadounidense.

El californiano viajó a Inglaterra para vencer por decisión dividida a Witter y ganó la corona de peso superpluma del Consejo Mundial de Boxeo. Luego vinieron victorias sobre Kendall Holt, Lamont Peterson, Devon Alexander, Joel Casamayor. Fue hasta el primer duelo ante Pacquiao que ganó $6 millones. Ante Provodnikov obtuvo $1.7 millones y ante Márquez ganó $4.1 millones.

En la segunda pelea ante Pacquiao, Bradley obtuvo otros $6 millones.

Ahora, con una familia de un total de siete, los problemas económicos han quedado atrás, aunque con la fama y las criticas llegaron otros retos. Como por ejemplo, Bradley contó que no podía salir a la esquina de su casa sin recibir una crítica después de la polémica decisión que tuvo en la primera pelea ante Pacquiao. Fue una situación que también afectó a Mónica.

“Es difícil para mí porque muchos lo ven como Tim Bradley el peleador, yo lo veo como mi amigo, mi esposo”, comentó Mónica, quien evita lo más que puede las cámaras y las entrevistas.

“Creo que lo que hemos aprendido es que todos tienen su opinión y nosotros también”, argumentó. “Tenemos que respetarlas”.
Mónica explicó a HOY Deportes que el último compromiso ante Pacquiao sirvió para “poder seguir adelante con sus vidas”, pues atrás quedaron las controversias.

Pero la de Ciudad de Guatemala contó que el sufrimiento no acaba pues siempre dice estar al borde del abismo emocional cuando ve a su esposo pelear. Explicó que cuando Bradley enfrentó a Provodnikov en Carson en 2013 tuvo que abandonar su asiento cerca del ring para el cuarto asalto, pues al principio pensó que iba a ser una contienda en la que su esposo iba a “boxear”, pero terminó siendo un intercambio de golpes descomunal.

“Nunca había dejado una pelea hasta ese día”, expresó la mánager. “Creo que me fui en el cuarto round, sabía que no iba a cambiar (su forma de pelear). Sabía que eso iba a pasar, es un peleador”.

Es por eso que Mónica y Timothy han dicho que ninguno de sus hijos peleará cuando estos crezcan.

Mónica también reveló a HOY Deportes que Bradley habla un “85%” de español, ya que ha vivido muchos años con ella y su mamá le habla a los niños en español, al igual que su niñera.

Ya sea en ingles o en español, la esposa del ex campeón del mundo le gustaría que la gente supiera más de Bradley antes de criticar.

“Creo que es el hombre más sincero, más humilde, más bueno de corazón. Es muy difícil cuando la gente lo ataca de manera personal, porque no lo conocen”, expresó.

Y aunque odie el boxeo, hay algo que le gusta en especial de este deporte cruel.

“La última campanada cuando termina”, señaló.

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