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El feroz estilo del novato de Dodgers, Alex Verdugo, lo ha convertido en uno de los favoritos de la afición

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Los Dodgers vencieron a los Rojos de Cincinnati para empezar una serie de tres juegos la semana pasada y el mánager Dave Roberts le envió un mensaje de texto a Alex Verdugo para informarle que el novato de 22 años empezaría como titular en el jardín derecho al día siguiente.

“Le dije, ‘te voy a necesitar mañana’”, recordó Roberts. “Y él dijo, ‘lo haré por ti’”.

Esa noche, antes de que el zurdo Verdugo se parara en la caja de bateo para enfrentar al lanzador zurdo Zach Duke, en el séptimo inning con dos hombres en bases y dos outs, Roberts y él tuvieron una conversación en el dugout en una visita al montículo. Los Rojos acababan de caminar intencionalmente a Enrique Hernández con la primera base abierta, eligiendo enfrentar a Verdugo. Roberts y Verdugo hablaron sobre la situación. Verdugo mostró mucha confianza.

“Le dije, ‘Doc, no te preocupes, nene’”, dijo Verdugo. “Lo haré por ti”.

Momentos después, Verdugo estaba en segunda base después de dividir la brecha del jardín central para un doble de dos carreras. El Dodger Stadium rugió. Verdugo levantó sus brazos para celebrar. Él vio a Roberts y apuntó hacia él. Lo hizo por él.

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“Pensé, ‘siii, ¡vamos!’”, dijo Verdugo.

Después del juego, Verdugo dijo que consideró la decisión de caminar intencionalmente a Hernández como un movimiento bueno pero más como una bofetada. El episodio fue un ejemplo de Verdugo hacer sentir su presencia antes y después de demostrar sus habilidades. Es una persona animada y de corazón alegre. Él baila y habla lo que tiene en mente. Le advierte a todos, “¡No dejen que el chico se caliente!”. Sus compañeros se ríen, lo acompañan y lo rechiflan. Roberts dijo que él ve a Verdugo como una persona genuina y refrescante. El veterano de la tercera base Justin Turner señala su energía implacable y contoneo como algo entretenido.

Pero la dirigencia del equipo tuvo preocupaciones antes de la temporada sobre el nivel de madurez de Verdugo, algo que él mismo reconoció y admitió. Él dijo que trató de bajarle el tono a su personalidad en sus breves períodos en Las Mayores en las últimas dos temporadas para encajar. Él era más calmado. El compartir por primera vez los entrenamientos de primavera con el equipo, él cree que le ha permitido a sus compañeros entenderlo mejor y le ha dado un sentido de confianza para ser él mismo.

“Él es joven y tiene mucha energía en el terreno”, dijo Turner. “Es un muchacho que tienes que guiarlo en la dirección correcta y sentarte mientras disfrutas el show que ofrece”.

El show de Verdugo en Dodger Stadium abre con una canción de Vicente Fernández, “Volver, Volver”. Eso crea un crescendo desde la tribuna antes de su participación al bate, no importa el marcador o el inning. La canción es una oda a la herencia de su padre, Joseph, cuyo amor por la música mexicana se aseguró que fuera incluida en la niñez de Verdugo mientras crecía en Tucson. Joseph sonaba la música mientras limpiaba la casa y recogía a los niños de la escuela.

La música se incrustó en la identidad de Verdugo. Él nació y creció en Arizona pero jugó para México en el Clásico Mundial de Béisbol en 2017. Él dijo que su padre y hermanos hablan español, pero él no. Quiere aprender. Él espera aprender de sus compañeros – aunque notó que Julio Urías vacila mucho con él – antes de contratar a un tutor en algún momento.

“Solo digo que estoy orgulloso de ser mexicano”, dijo Verdugo. “Mi papá es mexicano. Mi mamá es anglosajona, entonces soy mitad… me hace sentir en casa. No escondo quién soy. No puedo hablar español. Sé todo eso… pero solo por no hablar español no significa que no eres mexicano, no significa que deberías retenerte o no estar involucrado en cosas”.

La canción le ha ayudado a Verdugo a convertirse en uno de los favoritos de la afición. Su actuación en el terreno solo ha catapultado su popularidad. Exhibió su fuerza de brazo cuando ayudó a poner en out a Hernán Pérez cuando este iba a home desde el jardín izquierdo con un lanzamiento de 98.4 millas por hora, mientras saltaba, en la novena entrada contra los Cerveceros de Milwaukee el jueves. Ese disparo igualó la velocidad de un lanzamiento de asistencia hecho desde el terreno en esta temporada, según Statcast. Verdugo trotó fuera del campo mientras que sus cadenas de oro rebotaban en su pecho y gritando a nadie en particular.

“Espero que en el futuro, ellos aprendan de ello”, dijo Verdugo después del juego sobre sus oponentes que quieran probar la fuerza de su brazo.

En el plato, está bateando .333. El éxito ha sido gracias a un rol foráneo. La mayoría de los prospectos no llegan a Las Mayores con una posición determinada esperándolos. Pero Verdugo, quien bateó .321 en sus dos últimas temporadas con la Oklahoma City en triple-A, es el cuarto jardinero de los Dodgers. Por ahora ha iniciado en seis ocasiones hasta el lunes.

“Ha excedido las expectativas de todos”, dijo Turner. “No es que nadie hubiera podido pensar que pudiera conectar .300, .350, o lo que sea, y jugar buena defensiva. Todos sabíamos eso. Pero para hacerlo, en el papel que él tienen y ser lo suficientemente maduro para manejarlo y aprovechar sus oportunidades, pienso que es algo de lo que estamos muy orgullosos”.

Mientras él se ha convertido en un arma proveniente de la banca, Verdugo ha provisto, sobre todo en situaciones claves.

“Es bueno”, dijo Verdugo, “tener un poco de sabor”.

Para leer la nota en inglés, oprima AQUÍ.

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