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Dodgers tendrán pesadillas en el invierno tras desaprovechar momentos claves en la Serie Mundial

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Después de 29 años de una ausencia en una Serie Mundial, la participación de los Dodgers en el Clásico de Otoño tiene tonos agridulces… bueno, más agrios que dulces.

Por una parte, el equipo logró llegar a una Serie Mundial después de varios años de frustraciones. Por otra parte, el estar tan cerca de levantar el Trofeo del Comisionado y perder un Juego 7 cuando toda la fiesta estaba servida en Dodger Stadium, tampoco puede dejar satisfechos a muchos en Chávez Ravine.

El béisbol es un deporte de números y la cruda realidad es que la nómina más cara de las Grandes Ligas, más de $242 millones, no pudo superar a unos Astros con por lo menos $100 millones menos en la nómina.

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Mucho se podrá hablar de las decisiones de Dave Roberts, mánager de la novena angelina, de los dos horrendos partidos que dio la pésima contratación Yu Darvish y de la mala actuación de Clayton Kershaw en el Juego 5, pero lo primero que hay que reconocer es que los Astros demostraron ser el mejor equipo. Los texanos no solamente superaron a los Dodgers en el departamento de lanzadores, sino que en el bate. José Altuve, Carlos Correa, George Springer y Yuli Gurriel fueron dinamita pura ante los mejores lanzadores de los Dodgers.

La química latina de los Astros, junto al imponente e intimidante Minute Maid Park de Houston, le dieron esa fortaleza que cada equipo de Grandes Ligas necesita para obtener un campeonato.

Esta derrota en la Serie Mundial seguramente vivirá en la mente de cada jugador de los Dodgers que perdió la noche del miércoles.

Roberts será cuestionado y se preguntará a él mismo sobre la decisión de mandar a Darvish al Juego 7, una decisión que no funcionó, así como su contratación de 11 millones de dólares, que será vista como una de las peores transacciones de los Dodgers en la última década.

Darvish, quien fue traído a Dodgers en el verano para redondear el equipo en su lucha por el campeonato, solamente logró hacer 10 outs en toda la Serie Mundial. Al final, en el juego más importante de su carrera, terminó dejando a la novena angelina con desventaja de cinco carreras en la primera media hora del Juego 7.

Kershaw tampoco pudo cumplir con las expectativas pues falló en el momento que más lo necesitaban. Un jugador de su categoría, ya no basta con ganar el Juego 1, ni tener cuatro episodios sin carrera en el Juego 7, pues cuando tuvo la oportunidad de poner arriba a Dodgers 3-2 en la Serie para regresar a Los Ángeles, no pudo aprovechar siete carreras de ventaja en el Juego 5 y agregó un capítulo más de su incapacidad en octubre.

Jansen, el hombre más confiable después de Kershaw, también falló en el Juego 2, cuando debió de colocar la serie de 2-0 para los Dodgers, algo que iba a ser muy difícil de levantarse para los Astros, sin importar los próximos tres encuentros en Houston.

Los equipos legendarios terminan ganando al final del día, sin importar la tempestad. Las derrotas en los Juegos 2 y 5 dejaron a los angelinos destrozados y sin gas, tal como lo evidenciaron en el Juego 3, donde no metieron “ni las manos”.

En el Juego 5, sus mejores lanzadores fueron golpeados: Kershaw, Kenta Maeda, Brandon Morrow y nuevamente Jensen.

A pesar de todo eso, los Dodgers aún tenían esperanzas el miércoles, ayudados por sus esporádicas victorias cuando eran necesario en la serie y su ventaja de local.

George Springer fue un bateador que nunca pudieron controlar, pues les pegó cinco jonrones en la serie, incluyendo verdaderas estocadas en el Juego 2, 5 y 7.

Roberts, en su primera Serie Mundial, será reconocido por sacar a sus pitchers muy pronto y poner fe en el hombre equivocado. Mantuvo a Darvish en ambos partidos, pero el que siempre dolerá será el Juego 7, pues cuando lo sacó del juego, los Dodgers ya estaban en terapia intensiva.

Darvish seguramente será un agente libre este invierno, pues los Dodgers no deben retenerlo.

Darvish no solamente fue el único desastre. Los Dodgers dejaron 10 hombres en las bases. Tanto Chris Taylor, Cody Bellinger y Yasiel Puig no pudieron hacer nada con hombres en posición de anotar. Andre Ethier salió de la banca y tampoco hizo mucho, lo que debe ser su última oportunidad al bate en esta franquicia.

Bellinger terminó rompiendo el récord de más ponches en una postemporada con 28, algo que comprobó que no es lo mismo los primeros 162 juegos de la temporada que batear en octubre.

Una dura lección para los hombres jóvenes de Dodgers y la última para muchos veteranos.

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