Noche de terror para los Clippers

Los Clippers de Los Angeles tenían la presión de terminar la noche del jueves con la serie de semifinal de Conferencia Oeste ante los Rockets de Houston y después de tener una ventaja de hasta 19 puntos, los angelinos cayeron por 107-119 y ahora tendrán que viajar a Houston para un Juego 7 definitivo el próximo domingo.

Los muchachos de Doc Rivers tuvieron un tercer cuarto en el que superaron a sus rivales por 28-17 y cuando tenían todo para avanzar por primera vez a una final de conferencia, se congelaron en el cuarto periodo, perdieron la brújula totalmente, anotaron 12 puntos solamente contra 40 de los visitantes. Fue así que fallaron de forma increíble la segunda ocasión de eliminar a Houston, esta vez en casa.

Después de tener una ventaja cómoda durante el tercer cuarto, las sonrisas de los aficionados de Clippers se fueron borrando poco a poco, cuando Houston todavía se acercó a cinco puntos. La ventaja rápidamente se fue borrando hasta perder por diferencia de doble dígitos.

Chris Paul, quien había dado un gran partido, se fue con 31 puntos y 11 asistencias. Blake Griffin con 28 puntos y J.J. Redick apoyó con 15 puntos.

Por los visitantes, James Harden tuvo 23 puntos, mientras que Dwight Howard tuvo 20 puntos y 21 rebotes. Josh Smith tuvo un día de campo con la defensa de Clippers al anotar 19 puntos, mientras que Corey Brewer tuvo otros 19.

Los Clippers empezaron con buen momento el encuentro y de la mano de Griffin, Paul y Barnes, lograron irse al segundo periodo con una ventaja de cuatro puntos. Los angelinos llegaron a liderar el primer cuarto hasta por nueve puntos, pero los visitantes tuvieron una seguidilla de 5-0 para acortar la ventaja a solamente cuatro, un precio demasiado barato para el dominio que tuvo el equipo angelino en esa primera mitad.

Aún pareciendo jugar mejor que los Rockets, los Clippers se fueron por primera vez en desventaja en el segundo cuarto con seis minutos por jugar, como un presagio de lo que iba a pasar en el último episodio, convirtiendo una noche de gloria en una de las más tristes en la historia del equipo angelino.