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Destiny correrá por cuarta vez en las Olimpiadas Especiales

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“¡Vamos Destiny! ¡No te detengas!”, gritaba Lourdes Sánchez desde las gradas del Excelsior High School, mientras su hija adoptiva, Destiny arrastraba los pies en la pista de la escuela secundaria abandonada en Norwalk.

“¡Levanta los pies!”, insistía Sánchez.

El calor de la tarde sudcaliforniana causaba estragos en la joven de 16 años que actualmente está preparándose para participar en la categoría de atletismo de los Juegos Mundiales de las Olimpiadas Especiales 2015 que se llevarán a cabo en Los Ángeles este verano.

“Es mi hija”, dijo orgullosamente Lourdes. “Cuando la adopté, me dijeron que tenía Síndrome [Alcohólico Fetal]. Su madre tomaba mientras estuvo embarazada”.

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La competencia que se llevará a cabo desde el 25 de julio hasta el 2 de agosto, consistirá de 25 juegos, en los que participarán hasta 7,000 atletas de 177 países, convirtiéndolo en el evento deportivo más grande en Los Ángeles desde las Olimpiadas de 1984.

“Destiny está metida en las Olimpiadas Especiales porque le ha dado mucho gusto compartir y participar”, dijo Sánchez, quien espera contar con la presencia de toda la familia cuando su hija compita. “Fue una gran sorpresa para nosotros de que la habían escogido. Es algo muy especial para ella, está tan contenta que a veces le cuesta trabajo de demostrar que tan feliz la hace”.

Lourdes había adoptado al hermano mayor de Destiny y un par de años después le pidieron hacer lo mismo con ella. La madre recordó que “lo más difícil para mí fue al comienzo y supe de las deficiencias de su cuerpo y su mente”. Sin embargo, siente que su hija va a sobresalir porque ve que la ve muy enfocada en hacer las cosas bien.

“Espero que yo sea la ayuda que ella necesite”, agregó.

Destiny entrena cinco veces a la semana, dos días con su equipo, Norwalk Team y tres veces con una entrenadora personal, Claudia Godínez.

En los últimos dos meses, Godínez ha entrenado a Destiny en preparación para las Olimpiadas Especiales. “Trabajar con Destiny es fácil”, explicó. “Ella hace lo que yo le pido, a veces puede ser difícil. Casi todas las veces sí hacemos un buen trabajo, un 80 o 85% del tiempo sí lo hace”.

La entrenadora ha incorporado ejercicios de pesas en las rutinas de la atleta para fortalecer su cuerpo. Según Godínez, la meta para estar en forma está cerca y antes que el evento del verano, Destiny participará en otras tres competencias que le servirán como preparación.

Godínez dijo que no lo pensó dos veces al momento que le pidieron entrenar a la estudiante de la escuela John Glenn High, que está a sólo a unos minutos de la pista donde entrena. “Cuando me llamó mi jefe para decirme que alguien estaba interesado en que los entrene, hablé con la mamá y estuve muy emocionada. Trabajar con Destiny ha sido muy especial”, afirmó.

Su entrenadora, explicó que disfruta mucho trabajar con su joven aprendiz. “Es una persona que cuando pierde su timidez, es muy buena onda, y le gusta reírse mucho. Siempre me dice sus historias de la escuela y lo que le pasa. Es una persona que trabaja muy duro y sé que quiere competir en el verano y quiere ganar una medalla”.

Durante las últimas competencias, Destiny ha desarrollado una rivalidad deportiva con otra joven atleta y es lo que la motiva para seguir preparándose y hacer lo mejor posible. “Es una chica y cuando ella corra, yo voy a correr más fuerte que ella”, dijo un sonriente Destiny. “Si ella se detiene, voy a ganarle porque no voy a parar y voy a ganar la medalla de oro”.

Entre las cosas que más le emocionan y le divierte es cuando su familia corea su nombre desde las gradas cuando compite. “Me gusta correr porque me hace feliz”, agregó.

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