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Un chico de 17 años, que jugaba en otra posición, dio pase antes del golazo de Zlatan Ibrahimovic

(Ringo H.W. Chiu)
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El Derbi Angelino dejó muchas historias: la exhibición magistral de Zlatan Ibrahimovic, el buen planteamiento de Guillermo Barros Schelotto, el mal juego del LAFC, la afición que se dio cita en Carson, entre otras. Pero una de las grandes revelaciones fue la participación del defensa de 17 años, Julián Araujo, en el partido más grande de su carrera.

El defensa Araujo inició como mediocampista por derecha, una posición que dijo que no jugaba desde que estaba en AYSO. Al minuto 8 de acción, cuatro minutos después de que el LAFC se había puesto arriba, le dio un pase a Ibrahimovic y este hizo una genialidad: un “sombrerito” sobre Eduard Atuesta y luego un remate de mago para poner el 1-1. Fue un pase de gol del originario de Lompoc hacia la superestrella sueca. De un chico de 17 años que no tiene ni una decena de partidos como profesional a un hombre de 37 años que ha paseado su futbol por los mejores equipos del mundo.

“Es un poco loco, no se puede explicar. Lo ves en TV de niño y ves todos esos grandes goles que ha anotado. Y ahora el ser parte de ello y darle una asistencia y luego anotó un gran gol, es un sentimiento increíble”, señaló Araujo después del encuentro.

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Por sus 17 años, Araujo podría ser hijo de Zlatan, pero es su compañero de equipo y hasta el momento ha disputado nueve partidos con el club galáctico, siete de ellos como titular.

“He jugado con gente más grande que yo toda la vida, he hecho todo lo que tengo que hacer para estar ahí adentro y no tener miedo de nada”, expresó.

Por lo pronto, no está nada mal tener como maestro a un talentoso como Ibrahimovic.

“Nos pide mucho y siempre es como consejo. Nunca es para hacernos menos, siempre lo hace para ayudarnos y motivarnos Es lo que hace y trato de aprender de ello y seguir”, expresó el jugador, producto de la Academia del Galaxy y también jugador juvenil de Estados Unidos.

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