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El MMA ha sido un aliciente para la peleadora Paulina ‘Firefox’ Granados

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Para muchos atletas los deportes pueden representar un escape a una mejor vida, pero para otros como la peleadora mexicoamericana de MMA Paulina Granados (3-2), pueden representar la salvación de su mera existencia.

“Después del colegio estaba tomando mucho y ‘haciendo’ drogas; [de no ser por el deporte], siento que probablemente estaría muerta”, le dijo a HOY Deportes ‘Firefox’, quien estará peleando este viernes en la función de Combate Américas (6 p.m., beIN SPORTS en Español) ante Jenna Serio (3-1, 1 KO).

Cuando la originaria de Corpus Christi, Texas, era una adolescente, su vida giraba alrededor de la actividad física. En la preparatoria jugaba tenis y vóleibol, además de correr pista y campo cruzado. Pero al graduarse se distanció de lo que tanto amaba y las cosas cambiaron drásticamente para ella.

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“Si no tenía buenas calificaciones no podía jugar. Eso me motivaba a portarme bien. Cuando me fui a la universidad ya no me mantenía activa y se divorciaron mis padres... perdí mi camino”, indicó la peleadora de 28 años. “Me empecé a juntar con la gente equivocada y estaba haciendo cosas de las que no hay que sentirse orgulloso”.

Tras tres turbulentos años sin una dirección en su vida, fue una tragedia lo que finalmente la hizo despertar y hacer que tomara mejores decisiones.

“A los 21 años, uno de mis amigos murió en un accidente automovilístico por manejar bajo la influencia del alcohol. Pensé que eso me pudo haber pasado a mí también”, confesó ‘Firefox’. “Esta experiencia me hizo abrir los ojos. Me vi en el espejo y me di cuenta de que no tenía salud. Estaba muy flaca y no estaba feliz”.

Determinada a enderezar su curso, decidió regresar a sus raíces y convertirse en una atleta una vez más. Así comenzó a practicar el boxeo muay thai.

“Un día vi una foto de la peleadora Gina Carano dándole un rodillazo a una almohadilla de muay thai y me dije: ‘Wow, ¿qué está haciendo?’. Y de repente me encontré realizando mi primera pelea amateur dentro de esta disciplina”, contó Granados.

“Recuerdo que solo me interesaba el muay thai porque se me hacía raro ver cómo los peleadores de MMA se revolcaban sobre la lona. No quería tener ese tipo de contacto; me gusta mantener mi distancia”, agregó.

Pero eventualmente el MMA le llamaría la atención y emprendería una nueva carrera.

“Un entrenador me dijo que si lo quería practicar, tenía que sentirme cómoda haciendo algo que para mí era incómodo. De ahí empecé a luchar y a aprender jiu jitsu. Y ahora absolutamente amo el MMA”, dijo.

‘Firefox’ se hizo profesional en el 2013, y desde entonces tiene una marca de tres victorias con dos derrotas.

Una labor especial

La vida de Granados no solo se define por la pasión que siente por el deporte de las llaves y los golpes, sino también por su trabajo fuera del octágono.

Cuando se mudó a San Diego hace unos años empezó a ir a una iglesia que realizaba viajes misioneros a regiones necesitadas alrededor del mundo. Se volvió en voluntaria para esta labor y el año pasado viajó a Camboya para ayudar a víctimas del tráfico sexual.

“Gracias a Dios yo he tenido muchas oportunidades y a una familia que me ama, por eso siento que es mi deber compartir el amor y la fortaleza con la que he sido bendecida”, comentó Granados sobre lo que la motivó a servir.

“El poder convivir con estas personas me ha dejado ver que mis problemas no son nada comparados a los problemas por los que muchos están pasando en otras partes del mundo. Cada vez que peleó pienso en las personas a las que he ayudado, ya que me veían con mucho respeto. Lo hago por ellos”.

Contó que en Camboya le enseñaba a las niñas que asistía a tirar golpes para que aprenderían a defenderse.

En diciembre su próximo viaje la llevará a un refugió en Tijuana para asistir a mujeres jóvenes que también han sufrido por causa del tráfico humano.

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