Anuncio

Las personas que se enfrentan a una audiencia mejoran su rendimiento, según informe

Share
EFE

Las personas que tienen que presentarse en público o enfrentarse a una audiencia suelen mejorar su rendimiento y función al ser observadas, al contrario de lo que se pensaba hasta ahora, según un informe presentado hoy por la Universidad Johns Hopkins, de Baltimore.

El estudio “Neurociencia social cognitiva y afectiva” destaca que, al contrario de lo comúnmente aceptado sobre el miedo a enfrentarse a una audiencia, cuando una persona al actuar es “observada por otros”, lo hace mejor.

Cuando la gente se siente observada, ciertas “partes de su cerebro asociadas a la conciencia social y la recompensa vigorizan la parte del cerebro que controla las habilidades motoras”, lo que “mejora su rendimiento en “tareas especializadas”, según el análisis del hospital Johns Hopkins, de Baltimore, en Maryland.

Anuncio

“Es posible que uno piense que ser observado por otros no ayuda; pero, de hecho, puede hacer que desempeñes (tu función) mejor”, indicó Vikram Chib autor del estudio y profesor de Ingeniería Biomédica en el centro universitario citado.

“Una audiencia o público puede servir como un incentivo adicional”, resaltó el científico.

Chib centró inicialmente su proyecto académico en examinar qué sucedía en el cerebro del individuo y cómo actuaba este cuando se sometía a la fuerte presión de ser observado por los demás.

“Rápidamente” quedó claro que, “en ciertas situaciones, tener una audiencia espoleó a la gente a hacerlo mejor, de la misma manera que si hubiera dinero” en juego, apuntó el informe.

Estudios previos arrojaban que cuando las personas son observadas, la actividad cerebral salta a áreas del cerebro que tienen en cuenta a los demás, incluso si estas personas no hacen nada que puedan juzgar otros.

No obstante, se desconocía en qué grado, de registrarse alguno, los individuos en frente de una audiencia desempeñaban su función con más esfuerzo para lograr una recompensa, o qué sucede en el cerebro de las personas durante este tipo de entorno social.

En el experimento, realizado en el Instituto de Tecnología de California, participaron una veintena de personas que recibían una pequeña remuneración dependiendo de lo bien que llevaran a cabo la tarea asignada.

El trabajo consistía en el manejo de videojuegos similares a las consolas Wii o Xbox Kinect en frente de dos personas, ninguna de ellas mirando.

Durante todo el tiempo, la actividad cerebral de los participantes fue seguida y controlada a través de imágenes de resonancia magnética funcional.

Cuando los participantes en el experimento eran conscientes de que había personas observándoles, una parte del “córtex cerebral prefontral asociada a la cognición social, particularmente a los pensamientos e intenciones de otros, se activaba junto con otra parte del córtex asociada a la recompensa”.

Las dos señales cerebrales “desencadenaron la actividad en el núcleo estriado (“striatum”), en el interior del encéfalo, un área que “motiva las actividades motoras”.

En esencia, la presencia de una audiencia, al menos una pequeña, “aumenta el incentivo de la gente para actuar bien”, algo que validan las pruebas de escáner cerebral” que muestran el mecanismo neuronal de cómo se produce esta reacción.

El estudio reveló que los participantes, al ser observados, desempeñaban un 5 % mejor de promedio su manejo del videojuego, y en algunos casos este alcanzaba el 20 % de mejora.

Tan solo dos participantes en el estudio, del que son coautores Ryo Adachi y John P. O’Doherty, del Instituto de Tecnología, mostraron peor rendimiento al sentirse observados.

Sin embargo, se desconoce si bajo la presión de una audiencia mayor los resultados serían parecidos, ya que, si bien en estos casos estudiados “los individuos con ansiedad social tienden a funcionar mejor”, el tamaño de la audiencia podría incrementar la ansiedad de uno” y variar el resultado.

Anuncio