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Entrevista a Frank Turner: La cultura en la que existes

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Frank Turner es consciente del paso del tiempo, de la influencia de los días que arrastran la marea y los meses que el galope de las máquinas pueden ejercer sobre lo que, probablemente, él nunca soñó llamar Hardcore, pues sus melodías, acompañadas de cuerdas delgadas y finas son dulces, pero su mensaje es fuerte, letras podridas, llenas de furia.

Después de todo, ha sido un número considerable de años desde que el trovador incondicional del punk se transformó de “el niño que no podía hacer nada” al “hombre que lo hizo todo”. Han sido años en que su nombre ha aparecido en los diarios, en las portadas de las revistas, en los bares, los antros, los teatros, las salas y en diferentes talones de boleto que permiten la entrada a lugares como el Wembley Arena o el Royal Albert Hall.

Al igual que hace años, el sonido de su voz se proyecta desde un radio digital inmenso. A Frank se le conoce en todo el mundo, esto ya no es algo así como una sorpresa, ni mucho menos una novedad; Frank Turner es parte de nosotros, y nos ha demostrado con los años, que ha venido aquí para quedarse.

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Frank Turner es probablemente el más exitoso de esta nueva ola de cantautores Folk salidos de bandas de Hardcore y Punk.

Con ecos de Billy Bragg, el suyo es un Folk con una actitud muy punk y lleno de fuerza, tanto que los grandísimos Dropkick Murphys se lo han llevado de telonero unas cuántas veces, y que va ganando cada vez más adeptos, con una discografía impecable, sin altibajos.

Con el último ‘Sleep Is for the Week: Tenth Anniversary Edition (Bonus Demos)’ se abre a un estilo más vitalista, e inclusive, más pop, cosa que probablemente le haya llevado a su punto más álgido de popularidad.

Hablé de ello con él, de los fantasmas de la infancia, de lo poco que importa el linaje, la familia y las raíces cuando tienes amigos y mucha música para compartir, hablamos de sus influencias, sus discos favoritos, del tipo de cultura en la que existe y el rumbo que retoma, que encumbra su triunfante carrera musical impregnada de un punk muy desenchufado.

¿Cómo ha sido vagar por Meonstoke, aquella especie de “aldea” en Hampshire, Inglaterra. ¿Qué recuerdas del Río Meon?

Yo me crie en la aldea, así que tengo muchos recuerdos de mi infancia en aquella zona. A su modo, era un lugar muy pacífico y tranquilo. Dicho lo anterior, mi familia se desintegró poco tiempo después, de manera que muchos de mis recuerdos están un tanto ensombrecidos. Yo regreso a visitar a mi mamá de vez en cuando, y siempre es agradable pasar ahí un día o dos.

Es muy interesante que a los nativos de la provincia se les conozca como Los Cerdos Hampshire, desde el Siglo XVIII, ¿eso es muy punk, no?

(Risas)... Supongo que sí. En Winchester, donde viví bastante tiempo, hay un montón de estatuas de cerdos de Hampshire.

Hampshire tiene varias conexiones literarias, siendo la cuna de autores como Jane Austen o Charles Dickens, y la residencia de otros, como Charles Kingsley. Pero supongo que te gustan autores más podridos, ¿quiénes son tus escritores favoritos?

En cuanto a literatura, procuro ser muy variado. Me gustan muchas cosas de los rusos y también de los estadounidenses (Heller, Tartt, Steinbeck, etcétera). También me encanta Dickens.

¿A qué equipo de fútbol le vas: al Southampton, Portsmouth, Aldershot, Basingstoke, Eastleigh, Farnborough o Havant?

Detesto el futbol. La cultura del futbol en el Reino Unido es muy machista, y cuando era niño, los fanáticos del futbol me intimidaban y me golpeaban todo el tiempo, así que no es una cultura hacia la cual yo tenga muy buena disposición. Dicho lo anterior, asistí a un partido por primera vez el año pasado (del Clapton FC) y la pasé muy bien, así que quizá me estoy ablandando con la edad. Pero aún no le voy a ningún equipo.

¿Qué fue lo que aprendiste de Million Dead?

Mucho; fue una época formativa para mí. Aprendí sobre las giras, sobre cómo estar (o no estar) en un grupo, sobre música, grabación, el negocio y la composición, hasta cierto punto. Es una época que hoy recuerdo (mayormente) con mucho cariño. También tuvimos nuestra buena dosis de malos ratos, sobre todo hacia el final, pero fue hace tanto tiempo que ya no me molesta.

¿Por qué optar por lo acústico?

Million Dead decidió separarse por varias razones, pero también para hacer una gira de despedida preparada con antelación, así que tuve algo de tiempo para pensar lo que quería hacer a continuación. En aquel entonces sentía como que ya había llegado al final de mi camino en el hardcore y el punk, y empecé a componer mucha música country y folk. Y también quería hacer algo que me sacara de mi zona de confort, algo que no supiera hacer, algo que hiciera yo solo. Hice la prueba de montar algunas presentaciones con sólo una guitarra acústica y me sentí muy bien, así que seguí con eso.

¿Qué representa para ti NOFX?, escuché tu cover de “The Desperation’s Gone”?

¡Me encanta NOFX! Ha sido uno de mis grupos de punk favoritos desde hace mucho. En años recientes, también nos hicimos amigos, lo cual es un gran placer para mí.

Platícame de tus The Sleepings Souls.

Tres de los chicos (Ben, Tarrabt y Nigel) tocan en grupo que se llama Dive Dive, a quienes conocí en las giras. Ellos tenían su propio estudio y se ofrecieron a ayudarme a grabar mis primeros EPs y álbumes. Cuando por fin pude darme el lujo de salir de gira acompañado de un grupo, era obvio que iban a ser ellos. Matt se unió en 2008 y desde entonces esa alineación se ha mantenido estable. Yo creo que son uno de los mejores grupos de rock de la actualidad.

¿Cómo es ser hijo de un banquero de Inversión?

No tengo ninguna conexión ni relación con mi padre.

¿Qué recuerdas de Summer Fields?

Pues... era la escuela. Nada en especial.

¿Es verdad que estudiaste junto al Príncipe William en el Eton College?, cuéntame una anécdota.

Él estuvo ahí en la época en que me enviaron becado, pero ¿a quién le importa?

Tu familia proviene de un linaje muy conservador: caballeros, banqueros, presidentes de la Calle Principal BHS, obispos y maestras de escuela primaria. ¿Cómo es que saliste tan punk?

Por cierto que no todo eso es verdad, pero mi familia tiene una visión bastante conservadora de la sociedad. Eso no era para mí, así que hui y me uní a un circo. Yo no creo que los antecedentes familiares de la gente sean importantes o interesantes.

¿El primer disco que compraste fue Killers de Iron Maiden? ¿Cómo llegó a tus manos?

Lo oí porque lo tenía el hermano mayor de un amigo, y me pareció increíble, me atrapó de inmediato. Compré el casete en una tienda de discos y me encantó.

¿Qué memorias guardas de Kneejerk?

Kneejerk fue algo que ocurrió en la escuela. Éramos tres desadaptados a los que les gustaba el hardcore. En aquel entonces éramos muy jóvenes (teníamos entre 16 y 18 años) pero programábamos nuestras propias giras y lanzábamos nuestras propias grabaciones. Eso me llena de orgullo.

¿Qué representó en ese momento Nebraska de Bruce Springsteen?

Nebraska fue una serie de canciones que conocí durante mis últimos días en Million Dead. Lo mismo me ocurrió con Johnny Cash, Ryan Adams, John Rouse y [Bob] Dylan. Todo aquello fue parte de la expansión de mis horizontes musicales. Durante mucho tiempo, yo escuché punk, metal y hardcore principalmente. En realidad no conocía muchas otras cosas, así que haber oído ese material por primera vez fue algo que me abrió los ojos.

¿Cómo conociste a Jonah Matranga?

Conocí a Jonah cuando los Million Dead fuimos el grupo telonero de Funeral For A Friend en 2003, si mal no recuerdo. Jonah también estaba de gira. Trabajamos juntos en algunas cosas, pero la verdad es que no lo he visto en mucho tiempo.

¿En qué festivales lo has pasado mejor: el Y Not Festival, el Two Thousand Trees Festival, The Cambridge Folk Festival, Truck, Glastonbury, Jam By Lake o el Reading and Leeds Festival?

Me gustan los festivales. El de Reading y el de Leeds han sido muy importantes en mi carrera y me han apoyado mucho durante varios años. 2000 Trees y Beautiful Days también son lugares increíbles para asistir.

Háblame de Poetry of the Dead, ¿por qué ese título?

Es una referencia a la idea de [Mijaíl] Bakunin de la “propaganda por el hecho”. Fue mi tercer álbum. Para ser sincero, ese disco me causa conflictos en la actualidad. Aunque me gusta la mayoría de las canciones, siento que una buena parte de los arreglos del álbum se hicieron de manera un tanto apresurada, pues lo armamos muy rápido. Hemos trabajado en algunos arreglos alternativos para tocarlos en vivo y me gustan mucho más.

¿Qué es lo mejor de tomar mezcal en México?

(Risas)... En realidad, sólo he probado el mezcal una vez y me puso medio loco. Yo soy más de whisky.

¿Cómo te fue en el show en Departamento, en la Colonia Roma en enero en la Ciudad de México?

Me fue genial. Desde hace mucho tiempo que quería tocar al sur de Texas, y por fin haber llegado hasta México fue fabuloso. Tocar en un concierto como ese y ver llegar a un montón de jóvenes que de veras se saben las letras fue muy especial para mí. Me asombra constantemente que haya gente de todo el mundo a la que le importa lo que hago; eso de veras te baja los humos.

“El Punk es la lucha constante contra el miedo de las repercusiones sociales”, como dice el doctor Greg Graffin, ¿qué es para ti el Punk?

(Risas)... Greg es un tipo listo. En lo personal, veo el punk como una forma de autorrealización y autodeterminación. Es la capacidad de elegir el tipo de persona que eres, el tipo de cultura en la que existes.

¿Ha muerto este género?

No lo creo. Puede ser más –o menos– relevante para determinadas personas, pero es muy pretencioso declarar que está “muerto” sólo porque ya no va contigo.

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