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‘Somos una familia como cualquier otra’

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Ésta es la historia de una familia como cualquier otra: Leonardo Poblete y Mauricio Camarena se conocieron hace seis años, se hicieron novios, se fueron a vivir juntos, se casaron y hoy son padres del pequeño Leo, al que adoptaron el año pasado. Una historia de amor contra la que el Frente Nacional por la Familia volvió a manifestarse ayer.

¿Alguno de ustedes come niños, bebe sangre o hace brujería?

Mauricio: Jamás.

Leonardo: No, nada de eso.

Entonces, ¿por qué les tiene tanto miedo la Iglesia Católica?

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Leo: Porque representamos lo que no han querido reconocer: que puede haber amor entre dos personas del mismo sexo y que sí puede haber un núcleo familiar sano en familias como las nuestras.

Mau: Temas como éste o el de los anticonceptivos ponen en duda la concepción que tiene la Iglesia respecto a cómo debe estar organizada la sociedad y la familia.

Si ustedes no se meten con la Iglesia, ¿por qué ellos se meten con ustedes?

Leo: Eso es lo que quisiéramos entender. Nosotros no estamos pidiendo que se nos reconozca como matrimonio ante la Iglesia, ni nos estamos yendo a casar al Vaticano.

Mau: Ni esperamos que nuestros hijos sean recibidos en las escuelas católicas, ni tenemos intención de que los cardenales oficien misas para parejas homosexuales, ni bauticen a nuestros hijos.

Entonces, ¿de qué se trata esto?

Mau: Es un tema de libertad de civiles. La Iglesia tiene otro tipo de intereses.

Leo: Porque en este momento somos nosotros, pero en los años 50 era el voto de la mujer, y en los 60, los matrimonios interraciales. Hoy sería increíble que una Iglesia estuviera en contra de estas libertades y estos derechos.

¿Casarse es un derecho?

Mau: Sí: a diferencia de lo que quiere hacer ver el Frente con este movimiento de desinformación, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos casarse es un derecho, en el sistema jurídico mexicano, también. Ellos han malinterpretado las sentencias de la Corte Europea y del Tribunal de Estrasburgo que tanto les gusta recitar. Hay que dejar claro que ese tribunal no tiene jurisdicción en México ni en América. Además, la Suprema Corte ya determinó que casarse es un derecho y no puede ser limitado por raza, condición social, preferencia sexual.

Leo: Ni tampoco se le puede llamar de otra forma, como ellos pretenden. Matrimonio es matrimonio y no es natural. El matrimonio es un contrato creado por el hombre para compartir los bienes y para compartir el cómo se vive con una pareja.

¿Se sienten discriminados hoy?

Mau: Por ciertos grupos, sí.

Leo: Sí.

Da la impresión que en tan sólo unas semanas hemos retrocedido años en cuestión de convivencia y apertura.

Leo: Es una regresión. No estamos pidiendo que el mundo se convierta en un mundo gay, no estamos pidiendo que se destruya la heterosexualidad, lo único que estamos pidiendo es que nuestras familias tengan los mismos derechos que cualquier otra familia, que las familias que están marchando.

Marchan contra lo que son ustedes.

Leo: Cuando tomamos la decisión de adoptar, sabíamos que iba a ser complicado. Pero nunca me imaginé que iba a enfrentar lo que vivimos hace 15 días: marchas en todo el país defendiendo una familia “ideal”, en la que los papás son güeros, los hijos son rubios, es papá, mamá, dos niños.

Mau: Camioneta perfecta y un perro divino.

Leo: La verdad es que sí me siento ofendido, sí me siento lastimado. Cada mensaje a favor de ese concepto familiar idílico es un ataque a mi familia.

Mau: Se está generando un discurso de odio. Hay temas que la ciencia y la medicina ya habían superado hace mucho tiempo y que ellos están enarbolando de nuevo, como que la homosexualidad es una enfermedad, es una aberración, que somos antinaturales, que la homosexualidad se contagia, que la homosexualidad se cura.

¿Te gustaría curarte?

Leo: ¡Jajajaja! No, por supuesto que no, soy feliz como soy.

¿No les resulta preocupante esta regresión?

Mau: Mucho. Y lo peor del caso es que lo hacen bajo un estandarte de democracia, pero es falso. Los derechos humanos no se someten a consulta ciudadana.

Leo: Lo están llevando al límite y están reviviendo discusiones que ya no tendrían sentido porque, además, el derecho a casarte, el derecho a adoptar en la Ciudad de México ya existen desde 2009.

¿Ustedes han sido agredidos directamente?

Leo: Como familia no, no hemos sido agredidos, pero sí ha habido momentos en que hemos sufrido discriminación en algunos trabajos, en instituciones deportivas.

Mau: Tuvimos que meter una queja en Conapred porque sufrimos discriminación por parte de un club deportivo.

Leo: La homofobia ahí está y lo único que necesita es que le echen alimento para crecer y reproducirse.

¿Cómo se combate el odio?

Mau: Con educación.

Leo: Sólo con educación.

Mau: Y empatía.

¿Cómo le enseñas a alguien a ponerse en los zapatos del otro?

Leo: Con ejemplos. Tenemos un vecino regiomontano que justo nos acaba de decir: “gracias por darme la oportunidad de cambiar mi perspectiva”. La gente cree que somos unos monstruos, cuando en realidad lo único que estamos haciendo es darle amor, toda nuestra atención, todo nuestro tiempo libre, todos nuestros recursos tanto materiales como emocionales a este bebé.

Ante el discurso de odio, ¿lo sobrellevan, lo soportan, lo combaten?

Leo: Una manera es mostrándonos con orgullo tal y como somos frente al mundo, no escondiéndonos. Y vamos a un restaurante como dos papás que le están dando de comer a su bebé en su periquera.

Mau: Visibilizarnos. Haciendo nuestra vida como la haría cualquier otra familia, sin estar pensando en qué van a decir.

¿Llegan a percibir miradas, cuchicheos?

Leo: Muchas veces es para bien, otras veces sí hemos llegado a sentir miradas muy fuertes. Justamente en una ocasión nos tocó desayunar frente a uno de los dirigentes del Frente Nacional por la Familia.

Mau: Fue una cuestión muy incómoda. para él.

¿Vale la pena sacrificar su vida privada por esto?

Leo: Sí porque estamos siendo un ejemplo y, perdón, pero somos un ejemplo positivo. Somos dos profesionistas exitosos que le estamos dando amor a un pequeño.

Mau: Que hemos trabajado, que lo que tenemos no nos lo han dado ni lo heredamos. Y que estamos buscando que nuestro hijo viva en una mejor sociedad.

Leo: Y no sólo nuestro hijo. Si Leo puede vivir en una sociedad libre de odio y de prejuicios, también lo va a tener el hijo de la mamá divorciada, el hijo del papá divorciado, el hijo del viudo, el hijo de la viuda, el que perdió los papás pero vive con sus abuelitos.

Si tuvieran enfrente al cardenal Norberto Rivera, ¿qué le dirían?

Leo: Que nos deje vivir en libertad. Le pediría de la manera más respetuosa que modificara su discurso, que atendiera los asuntos de la Iglesia y le deje al Estado lo que es cuestión del Estado. Lo único que pido es que no genere odio hacia mi familia, hacia mi persona, ni hacia mi hijo.

Mau: Yo le preguntaría a qué le tiene miedo y qué gana. Todo actuar tiene una motivación y algunas veces es por miedo, por sobrevivencia o por algún interés. Trato de entender el por qué, por qué ahora y por qué con tanta saña.

¿En qué es diferente un matrimonio gay a un matrimonio heterosexual?

Mau: Yo diría que en nada.

Leo: En la forma de estar en la cama, ¿no? Jajajaja.

Mau: Igual que cualquier otra pareja, tienes las mismas complejidades, momentos de discusión, momentos que son difíciles, momentos muy felices, tienes planes a futuro. Somos una familia como cualquier otra.

CINCO DATOS:

  1. Ambos son abogados. Leonardo trabaja en un banco y Mauricio en Pemex.
  1. Fueron una de las primeras parejas del mismo sexo que pudieron adoptar a un niño en la CDMX.
  1. De acuerdo con la tesis 43/2015 de la SCJN, es inconstitucional la ley de cualquier entidad que considere que la finalidad del matrimonio es la procreación.
  1. También es inconstitucional considerar que el matrimonio sólo puede darse entre un hombre y una mujer.
  1. Entre 2010 y 2015, más de 6 mil 500 parejas del mismo sexo han contraído matrimonio en la CDMX. En el mismo lapso, sólo se han registrado 261 divorcios.
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