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Deja hospital una de las siamesas latinas que sobrevivieron a separación

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Erika Sandoval, la siamesa hispana separada de su hermana Eva, quienes estaban unidas por su abdomen y compartían órganos vitales, dejó hoy el Hospital de Niños Lucile Packard Stanford en Palo Alto, California.

“Es surrealista sacarla del hospital por primera vez como una sola personita”, manifestó Aida Sandoval, madre de las gemelas, antes de llevar a su hija para seguir su recuperación en casa.

No obstante, Eva, la otra siamesa que se recupera más lentamente, permanecerá en el hospital por varias semanas más.

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De momento, los cirujanos Gary Hartman y Peter Lorenz evalúan si la pequeña necesitará un injerto de piel para poder cerrar la herida que dejó en su abdomen la separación.

La historia de la familia hispana comenzó en 2014 cuando Aida Sandoval descubrió que estaba embarazada a los 44 años, después de más de 25 años de matrimonio con Arturo y tres hijos entre los 17 y 25 años.

La ilusión del nuevo miembro de la familia de repente creció ante la noticia que eran dos los bebés que venían en camino. Aunque Aida sabía que su embarazo era de alto riesgo, nunca se le atravesó por la mente la idea que sus hijos se desarrollarían unidos por su vientre.

A pesar de conocer que las niñas estaban unidas al hacer la primera prueba a los cuatro meses de gestación, Aida decidió seguir con el embarazo adelante.

Según el Centro Médico de la Universidad de Maryland, uno de cada 200.000 embarazos podrían ser de siameses. En el 50 % de los casos los gemelos nacen muertos y el 35 % tan solo sobrevive un día.

Las cirugías de separación de siameses aún son raras y las tasas de mortalidad dependen de cómo estén unidos. En el caso de las hermanas Sandoval, la expectativa de éxito era del 70 %.

Primero, las siamesas sobrevivieron el parto y vivieron unidas por casi 28 meses compartiendo el hígado, la vejiga y una de sus piernas, hasta que sus padres y el equipo médico decidieron separarlas.

Desde 1950, en el 75 % de las operaciones al menos uno de los gemelos ha sobrevivido la intervención.

El pasado 6 de diciembre las hermanas Erika y Eva se sometieron a una delicada intervención quirúrgica que necesitó de un equipo de más de 50 médicos, enfermeras y personal especializado.

Tras una cirugía que duró 18 horas, el cirujano Gary Hartman anunció la exitosa separación.

Tras la cirugía, cada una de las gemelas tenía un riñón y una pierna y aunque los médicos no esperaban que las niñas pudieran sentarse, éstas nuevamente desafiaron los pronósticos y ya están sentándose por periodos cortos.

“Están muy por delante de nuestras expectativas”, dijo Hartman.

El equipo médico está desarrollando terapias para que las niñas jueguen, alcancen objetos a su alrededor y adopten nuevos patrones de movimiento, además de ayudarlas a usar más su boca para comer ya que eran alimentadas a través de una sonda.

Las pequeñas tuvieron un buen desarrollo cognitivo, ambas entienden inglés, español e incluso aprendieron el lenguaje de signos.

Los médicos y sus padres advirtieron que la cirugía no ha restado su ánimo y ni su fuerza de lucha.

Una vez que Eva sea dada de alta del hospital, se irá con su hermana y recibirá terapia física y ocupacional en su hogar en Antelope, California.

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