San Diego se lleva bien con los vegetales

Por Beth Wood

Feb. 3, 2018 12:48 PM PT

Tratar de descubrir la relación de los estadounidenses con el consumo de carne es complicado.

De acuerdo con el Departamento de Agricultura, los estadounidenses comieron un promedio de 55,6 libras de carne de res en 2016, frente a las 54 libras en 2015. Y consumieron más pollo, un promedio de 89 libras por año.

Una encuesta de diciembre de 2016 realizada por Pew Research Center descubrió que el 9 por ciento de los adultos estadounidenses se identifican como vegetarianos.

De ellos, el 3 por ciento se identifican como veganos, es decir que consumen una dieta completamente basada en plantas. El otro 91 por ciento dice que no son vegetarianos ni veganos.

Entonces, ¿por qué si hay conciencia cada vez mayor sobre los peligros para la salud al comer carne, los estadounidenses la comen más?

Quizás es la conveniencia y el bajo precio del pollo asado. En los supermercados se vendieron 625 millones de pollos rostizados en 2017.

Para algunos, puede deberse a lo que Graham Hill, fundador de TreeHugger.com, dijo en una charla TED hace algunos años. Después de explicar todas las razones por las que él, como ávido ambientalista y defensor de los animales, debería dejar de comer carne, Hill dijo: “¿Te imaginas comiendo tu última hamburguesa?”

Posteriormente, escribió el libro electrónico Weekday Vegetarian, que promueve la limitación del consumo de carne a los fines de semana.

Más profesionales de la salud y organizaciones como la Sociedad Estadounidense del Cáncer advierten que no se debe comer demasiada carne. La conciencia aumenta no solo en torno a las preocupaciones médicas, sino también por el tratamiento a los animales y el daño que la producción de carne puede causar al medio ambiente. Estos factores han llevado a los estadounidenses a una variedad de enfoques para cambiar sus hábitos carnívoros.

San Diego: apto para veganos

Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) clasificó a San Diego en el sexto lugar de su lista de Las 10 mejores ciudades aptas para veganos de 2016. Se basó en la cantidad de restaurantes que ofrecen opciones vegetarianas y veganas. PETA también colocó a Petco Park en su lista de estadios para veganos de 2015. Hace varios años, su grupo juvenil, Peta2, nombró a UC San Diego como la mayor escuela más vegana del país.

El sitio web de finanzas personales WalletHub también calificó a las ciudades aptas para vegetarianos y veganos. Su investigación se basó en la diversidad, el acceso y la calidad e incluyó factores tales como la cantidad de restaurantes que ofrecen opciones vegetarianas y veganas, y jugos y batidos por persona. San Diego llegó obtuvo el 10 en la nación.

“San Diego tiene una comunidad vegana y vegetariana muy fuerte”, dijo Mark Cronin, supervisor regional de Jimbo’s Naturally!

“California es muy diferente a la mitad del país, cuando se trata de hábitos alimenticios. Hay muchos más veganos y vegetarianos aquí que en Wichita o Green Bay”.

Las cinco tiendas de propiedad local de Jimbo en el condado de San Diego venden alimentos orgánicos y naturales. Sus productos incluyen carne de res sin hormonas y pollo sin antibióticos. Cronin, que ha estado con Jimbo durante 12 años y en la industria durante 25, ha sido testigo de muchos cambios en los hábitos alimenticios durante ese tiempo.

“Solía ser al estilo americano era una gran porción de carne, con carbohidratos y vegetales al costado”, dijo. “Ahora la gente está tratando de que las verduras sean el centro del plato”. Las alternativas a la carne han crecido y saben mejor. Las personas que preferían evitado los productos veganos se darán cuenta de que ahora son mucho mejor.

“Las compañías están haciendo un gran esfuerzo para encontrar artículos que no sean de carne y que tengan sabor a carne. En cierto modo, es cómico hacer que algo tenga sabor a lo que intentamos no comer”.

Contradicciones culinarias

Al mismo tiempo, algunas tendencias actuales en los alimentos otorgan gran valor a los productos de origen animal. Uno, que ha ganado popularidad constantemente en las últimas dos décadas, es la dieta paleo. Con base en alimentos consumidos durante la era Paleolítica (hace aproximadamente 2.5 millones de años), la dieta enfatiza carnes magras, pescado, frutas, vegetales, nueces y semillas.

Relativamente nueva en popularidad está la dieta cetogénica o keto, que reduce drásticamente la ingesta de carbohidratos, reemplazándolos con grasa. Sugiere obtener grasas de carnes, nueces, aceite de coco y mantequilla y recomienda carne orgánica, criada y alimentada con pasto.

“Las dietas paleo y keto contradicen las creencias de que todas las grasas y carnes son malas para ti”, dijo Cronin. “Se basan en una mayor cantidad de grasas o proteínas y reducen los carbohidratos”. Aquí en San Diego, vemos todo el espectro.

“Nuestros productos congelados más vendidos son productos con caldo de huesos. Algunas personas creen que el material gelatinoso sana las entrañas. Siempre hay diferentes dietas. No sé cuántas personas les dan seguimiento. Si hablas con una persona que hoy hace la keto y luego la vuelves a ver en tres años, ¿estarán en una dieta que les parezca mejor?”

A pesar de estas tendencias felices de carne, hay signos de aceptación cultural en términos de opciones veganas y vegetarianas. Meatless Monday, por ejemplo, promueve evitar platos de carne una vez a la semana, los lunes. Ha sido adoptado por cadenas como Chipotle, Tender Greens y Subway y por el Distrito Escolar de San Diego, que presentan opciones sin carne el primer día de cada semana.

Si bien es cierto que solo una minoría en Estados Unidos mantiene estilos de vida veganos y vegetarianos, un número cada vez mayor de estadounidenses está abierto, al menos, a comidas ocasionales basadas en vegetales.

Wood es periodista independiente.

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