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Si le gusta dormir por la noches, agradezca a los dinosaurios por su extinción

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Los mamíferos fueron en gran parte criaturas de la noche hasta que los dinosaurios resultaron aniquilados por un asteroide, hace unos 66 millones de años, reveló un nuevo estudio.

Los hallazgos, descritos en la revista Nature Ecology & Evolution, iluminan una transición fundamental en la historia de los seres vivos de la Tierra.

Los científicos se han preguntado durante mucho tiempo si los mamíferos antiguos pueden haber sido principalmente nocturnos porque los dinosaurios dominaban las actividades diurnas, una idea conocida como la “hipótesis del cuello de botella nocturno”.

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Las especies de mamíferos vivos hoy en día tienen muchos signos de un pasado oscuro literal. Por ejemplo, la mayoría de los mamíferos (excepto los humanos, y muchos otros primates) no tienen fóvea, un área en la retina del ojo que permite la visión más clara. La forma de los ojos de muchos de ellos también favorece la sensibilidad a la luz baja, en lugar de la capacidad de ver con claridad.

Todo ello sin mencionar el sentido del olfato elevado, la capacidad más amplia de escuchar y los bigotes sofisticados que podrían haberse desarrollado en muchos mamíferos “para compensar la información visual insuficiente” en ambientes oscuros, señalaron los autores del estudio.

¿Por qué los mamíferos eran tan noctámbulos? Es posible que hayan tenido que evitar lo que los científicos llamaron “interacciones antagónicas” con los dinosaurios, normalmente activos a la luz del día. Este horario invertido puede haber sido un salvavidas y evitado que los mamíferos se conviertan en ‘tentempiés peludos’ para el mediodía.

Pero la evidencia sobre esta idea es principalmente indirecta, señalaron los científicos. Y tratar de determinar si algún mamífero muerto hace mucho tiempo era nocturno en función de su estructura ósea fósil es complicado. Después de todo, muchos mamíferos diurnos tienen formas de cráneo y ojos parecidas a las de un animal nocturno.

Para profundizar en este misterio, un equipo internacional de investigadores comparó los patrones de actividad de 2,415 especies distintas de mamíferos. Recolectaron registros de bases de datos, artículos de investigación, guías de campo y enciclopedias sobre el comportamiento de estas especies, y determinaron si su comportamiento se ajustaba a uno de estos cinco patrones: nocturno (activo en la noche); diurno (activo durante el día); catemeral (activo durante el día y la noche); crepuscular (activo únicamente durante el crepúsculo, alrededor del amanecer y el atardecer); y ultradiano (activo en ciclos de unas pocas horas a la vez).

Los expertos se enfocaron en las especies de las primeras tres categorías, nocturnas, diurnas y catemerales, y realizaron un análisis del árbol genealógico de los animales. Así, descubrieron que los antepasados de los mamíferos de hoy eran probablemente nocturnos, y probablemente permanecieron en esa condición hasta el momento en que los dinosaurios se extinguieron.

“En general, nuestra evidencia sugiere que los mamíferos se mantuvieron nocturnos durante todo el Mesozoico”, escribieron los autores, refiriéndose a la era de hace aproximadamente 252 millones a 66 millones de años, conocida informalmente como la Era de los Reptiles.

Su análisis demostró que el cambio entre algunas especies de mamíferos a la actividad diurna ocurrió después de la extinción. Entre los primeros mamíferos que fueron estrictamente diurnos se incluyen los primates simios, hace 52 y 33 millones de años. Aunque los científicos no pueden asegurar que una cuestión causó la otra, el estudio proporciona nueva evidencia circunstancial.

Sin embargo, también parece que la actividad catemeral (que opera en parte durante el día y la noche) puede haber surgido mucho antes, aproximadamente nueve millones de años antes de que los dinosaurios desaparecieran. Si estas enormes criaturas aún dominaban el día, ¿por qué algunos mamíferos comenzaron a desplazarse a ese espacio?

Hay algunas posibles explicaciones. Quizás los mamíferos catemerales intentaban reducir las posibilidades de ser comidos por otros mamíferos por la noche. Tal vez la aparición y propagación de las plantas con flores (y los insectos que evolucionaron con ellas) brindó nuevas oportunidades para que los mamíferos se propagaran.

Pero también hay una creciente evidencia de que los dinosaurios estaban en declive mucho antes de que el asteroide los borrara del planeta. Esto puede haber abierto oportunidades para que los mamíferos comiencen lentamente a funcionar con la luz del día y, finalmente, a aprovecharla por completo.

Traducción: Valeria Agis

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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