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Trump quiere darle una zancadilla a los autos de lujo alemanes

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La administración de Trump no se le quiere escapar nada de las manos, como le paso al arquero del Liverpool ante el Real Madrid, y le quiere dar una zancadilla a los modelos de lujo alemán.

Trump podría establecer aranceles elevados para los automóviles de lujo alemanes, según dice la publicación alemana Wirtschaftswoche.

Este anuncio sería un gran golpe para compañías como BMW, Mercedes y Audi, que cuentan con fuertes ventas en los Estados Unidos que le aseguran su éxito global.

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El artículo de la publicación Wirtschaftswoche (no me pregunten qué significa), dice:

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado al presidente francés Emmanuel Macron que excluya a los fabricantes alemanes de automóviles premium del mercado estadounidense.

En la visita de Macron a Washington en abril, Trump dijo que mantendría su política comercial hasta que no hubiera modelos Mercedes en la Quinta Avenida en Nueva York. Esto informa el WirtschaftsWoche, citando a varios diplomáticos de Europa y los Estados Unidos.

No existe un informe sobre cuán grandes pueden ser las tarifas o cuándo podrían comenzar, aunque una prohibición total parece poco probable.

Angele Merkel, la canciller alemana, de buena relación con Trump, no le hizo mucha gracias este anuncio, y espera que solo sea otro grito al cielo de Trump, para darle un buen despertar a sus pares de Detroit.

Trump ha dicho que impondrá aranceles a otras importaciones de automóviles, y algunos de ellos llegarán al 25% e incluirán piezas de automóviles.

BMW vendió 73,835 autos y camionetas en los Estados Unidos en el primer trimestre. Mercedes vendió 86,660. Presumiblemente, cualquier prohibición también incluiría a Audi, que vendió 50.052 en el mismo período.

Sin embargo, muchos de estos fueron fabricados o ensamblados en los Estados Unidos y presumiblemente no se verán afectados, sobre todos los SUV’s de BMW y Mercedes. Audi no fabrica autos en Estados Unidos y sería la más afectada.

Trump tendría que enviar a hacer un estudio del mercado. Hoy en día, salvo Lexus, y muy poco de Infiniti y Jaguar, pudieran rivalizar a los automóviles de lujo alemán. Ni Cadillac y poco de Lincoln se le acercan.

Lo cierto es que una gran tarifa para las importaciones alemanas de automóviles de lujo podría reordenar el ranking de ventas en los Estados Unidos, y darle un empujón a las alicaídas Cadillac y Lincoln que sobreviven a regañadientes.

Mientras tanto, las marcas alemanas preferidas por los conductores americanos, podrían llegar con precios que pongan a muchos fuera de su alcance.

Por ahora, los dos grande de Detroit están muy pendiente de esta noticia, aunque para mi entender es un poco de humo que sale de la casa blanca, para que los fabricantes alemanes estén mejorando y ampliando su fabricación en el país.

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