Qué necesidad de meterse en problemas

Mi primera reacción ante el anuncio del presidente Donald Trump de formalizar su reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, fue “pero qué necesidad”, si, igual que la canción de Juan Gabriel.

Y es que al reconocer a la ciudad sagrada como capital de Israel, se levantará un verdadero revuelo en el mundo árabe, que también ve Jerusalén como su ciudad sagrada.

Para evitarse un conflicto mayor, la misma Organización de las Naciones Unidas (ONU), le ha pedido a las naciones, que eviten el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel. La mayoría de los países, actuando en favor de la paz, han establecido sus embajadas en la ciudad de Tel Aviv.

Sin embargo, Trump está empeñado en llevar la representación diplomática de Estados Unidos, aunque el mundo árabe estalle en llamas. Y ahí es cuando me doy cuenta de que mi razonamiento inicial estaba equivocado.

¿Qué necesidad? Bueno, con el mundo árabe encendido, las empresas fabricantes de armas de Estados Unidos tendrán una verdadera avalancha de pedidos de armas por parte de sus aliados, que buscarán armarse hasta los dientes ante un posible conflicto bélico con sus vecinos musulmanes.

Ninguna de las acciones de Donald Trump es estúpida o disparatada. En casi todas ellas hay un interés comercial que favorece a los grandes intereses de este país.

Por eso, aunque el mundo árabe estalle y aunque crezca la amenaza terrorista en todo el planeta, Estados Unidos, muy probablemente establecerá su embajada en el corazón de Jerusalén.

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