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¿Por qué los latinos amamos tanto a los Clinton?

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Por qué la comunidad que ha sufrido encarcelamiento masivo de sus jóvenes e inmigrantes, separación de familias y muerte en la frontera a causa de las leyes que firmó Bill Clinton, quiere volver a ver a los Clinton en la Casa Blanca.

El mismo expresidente Bill Clinton lo ha aceptado en varias ocasiones, su firma en la ley del Control del Crimen Violento en 1994 desembocó en el encarcelamiento masivo, principalmente de jóvenes afroamericanos y latinos.

“Pero quiero decir unas palabras [acerca de la reforma de justicia] acerca de este tema. Porque yo firmé la medida que empeoró el problema y lo quiero admitir”, lo dijo Clinton el año pasado, luego de que el presidente Obama denunciara el encarcelamiento masivo en un evento de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP).

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En 1994, el presidente Clinton firmó la ley del Control del Crimen Violento que da a los estados miles de millones de dólares para construir nuevas prisiones –pero solo si adoptan las leyes conocidas como –truth in sentencing laws- que reduciría la oportunidad de los prisioneros de salir bajo libertad condicional. Esa misma ley estableció sentencias de por vida a personas convictas en un tercer crimen, supuestamente violento, entre otras medidas punitivas.

Para el final de la administración Clinton, en el 2000, el número de personas en las prisiones se había incrementado en un 60% de acuerdo con el Centro de Justicia Brennan.

Pero ahora, que la esposa de Clinton, Hillary, quiere regresar a la Casa Blanca, ella dice que presionará para cambiar las leyes, esas mismas que firmó su esposo y que castigó desproporcionadamente a las minorías.

En la frontera…

Los latinos no solo se han visto afectados por el incremento en los encarcelamientos, sino que en 1994, durante la presidencia de Bill Clinton, entró en vigor la Operación Guardián en San Diego, la Operación Bloqueo en El Paso, Operación Salvaguarda en Arizona y Nuevo México; y Operación Río Grande en Texas, con el objetivo de detener el flujo de migrantes en la frontera con México.

“Casualmente”, ese mismo año fue firmado el Tratado de Libre Comercio (TLC), también firmado por Bill Clinton, lo cual el resultado fue triste para miles de familias que perdieron su trabajo en México y que su única alternativa era migrar a Estados Unidos, pero con la Operación Guardián vigente y la construcción del muro metálico entre Baja California Norte y California, el resultado fue trágico.

Con la construcción del muro, los inmigrantes tuvieron que buscar otras áreas en la frontera donde pudieran cruzar a Estados Unidos, esas zonas se encontraban en lugares inhóspitos, con extremas temperaturas donde muy a menudo encontraron la muerte.

En uno de los aniversarios de la ley (2010), Kevin Keenan, director ejecutivo de la Asociación Americana de los Derechos Civiles (ACLU) en San Diego, dijo que las leyes migratorias en ese entonces habían creado una crisis humanitaria que había llevado a la muerte a unas cinco mil personas.

“Debido a las prácticas y pólizas como la Operación Guardián, la muerte continúa incrementándose a pesar del decremento de personas arrestadas que quieren llegar ilegalmente a Estados Unidos”, también había indicado a un periódico angelino.

Por su parte, Christian Ramírez, coordinador de American Friends en San diego, había subrayado:

“[La Operación Guardián] lo único que ha logrado es la muerte de migrantes, no ha traído seguridad a la frontera ni ha detenido los flujos migratorios, y los fronterizos vivimos en una situación ya poco tolerable, de restricción y deterioro a los derechos humanos”.

Encima de muerte y encarcelamiento, separación

Hace unas semanas, en un debate que tuvieron Hillary Clinton y Bernie Sanders, la ex secretaria de Estado buscó a una inmigrante que momentos antes le había preguntado a su contrincante sobre el castigo migratorio de los 3 y 10 años con el que los inmigrantes se ven penalizados por vivir cierto tiempo en forma ilegal en Estados Unidos.

Hillary prometió que si gana la presidencia, trataría de eliminar esos castigos; curiosamente, estas penalizaciones a los inmigrantes fueron establecidas y firmadas por su marido cuando, la misma ex secretaria vivía en la Casa Blanca.

Lo positivo

Bill Clinton también firmó los programas de ayuda para los centroamericanos que venían huyendo de la guerra en sus países; no obstante, era lo menos que el país podía hacer por su participación indirecta en la guerra de dichos países y generar una migración forzada y separación de familias de Centroamérica.

Sin embargo y hasta ahora, Estados Unidos no ha querido dar un estatus permanente a dichos migrantes, quienes cada 18 meses tienen que pagar una renovación o “multa” para seguir siendo protegidos por programas como el Estatus de Protección Temporal (TPS).

Sabemos que no todo gira sobre el tema migratorio para la comunidad latina, pero un voto a Hillary Clinton es un voto por más de lo mismo, de lo contrario, es difícil de explicar los millones de donaciones que sigue recibiendo su campaña por parte de los Comités de Acción Política (Super Pac’s) o grandes corporaciones que al final simplemente buscan establecer leyes que los beneficien a las compañías económicamente, y no a la gente.

Con todo esto me preguntó ¿por qué los latinos amamos tanto a los Clinton?

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