Es latina la mayoría de las víctimas de la policía

La percepción de la opinión pública en Estados Unidos, incluida la de Los Ángeles, es que el problema del uso de la fuerza letal por parte de la policía afecta fundamentalmente y de manera desproporcionada a la comunidad negra.

Un extenso trabajo realizado por un equipo de investigación de esta publicación encontró que, al menos en el condado de Los Ángeles, desde enero del 2015 hasta el 31 de julio del 2016, la percepción es errónea.

Y es que de las 56 muertes ocurridas en ese lapso a manos de las diferentes entidades policiales, 35 de ellas correspondieron a latinos.

Este número de muertes no corresponde a la demografía de la ciudad y en cambio habla de un profundo problema de usos de perfiles raciales y de un entrenamiento que deja mucho que desear.

Muchas de las víctimas eran jóvenes que en algunos casos cometieron delitos menores y que terminaron muertos a balazos debido a que algún agente lo consideró sospechoso o parecido a alguien que había cometido un crimen.

La investigación arrojó que el uso de la fuerza letal es por igual entre agentes del Departamento de la Policía de Los Ángeles como del Departamento del Sheriff del condado.

Lo más grave de todo esto es que los representantes de la comunidad latina, llámense senadores, diputados, supervisores o líderes comunitarios, no han levantado su voz para poner un alto a estas muertes.

Es hora de que los representantes de la comunidad empiecen a rendir cuentas y asuman como propios los problemas que la comunidad enfrenta.