El problema no son los antecedentes
Un emotivo Obama se secó las lágrimas cuando recordó a los 20 niños de primer grado de primaria asesinados en el 2012 en la escuela Sandy Hook, durante una ceremonia en el East Room de la Casa Blanca en Washington, en la cual anunció las medidas que su administración tomará para reducir la violencia a causa de armas de fuego.
El presidente Barack Obama hizo una emotiva defensa de su plan para exigir un mayor control a la venta de armas.
No propuso cancelar las ventas de armas automáticas, ni tampoco decomisar las armas de fuego. El presidente propuso, ante la inmovilidad del Congreso, que aquellos que deseen adquirir armas pasen por una revisión de antecedentes mucho más profunda.
Es una buena idea, especialmente cuando se puede comprar armas de fuego vía internet y en las ferias de armas, sin el requisito de la revisión de los antecedentes. Esa propuesta es buena; sin embargo, difícilmente ayudará a evitar otra masacre colectiva como las que hemos visto. Y es que, de acuerdo con las autoridades, la mayoría de las masacres han sido hechas con armas adquiridas por personas sin antecedentes y que en un momento de “locura”, frustración o vaya usted a saber qué, toman las armas y las disparan contra todos. El problema no es la revisión de los antecedentes; el problema es la existencia de demasiadas armas y la facilidad con la que se tiene acceso a ellas.
La epidemia de masacres no se detendrá hasta que los legisladores permitan un verdadero control de armas; mientras tanto, tendremos que sentarnos a esperar el siguiente tiroteo.
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