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Política e hipocresía en escándalo de la FIFA

Sepp Blatter (izquierda), después de ser reelegido como presidente de la FIFA, estrecha la mano del líder de la UEFA, Michel Platini en el Hallenstadion en Zurich, Suiza.

Sepp Blatter (izquierda), después de ser reelegido como presidente de la FIFA, estrecha la mano del líder de la UEFA, Michel Platini en el Hallenstadion en Zurich, Suiza.

(Patrick B. Kraemer / AP)
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En los últimos días seguramente usted se enteró de los arrestos hechos en contra de varios representantes y exrepresentates de la FIFA. Estos señores de pantalón largo enfrentan varios cargos de corrupción, algo que en realidad no nos debe sorprender.

Sin embargo, lo que sí me sorprendió fue la forma en la que varias personas trataron el tema, unos como si nunca supieran de los negocios sospechosos de la FIFA y otros directivos, pidien“limpiar el futbol”, cuando en realidad solamente buscan sus intereses.

Después de los arrestos hechos tras una investigación del FBI en Estados Unidos y por el gobierno suizo, directivos de varias organizaciones en el futbol mundial, entre ellos la UEFA y U.S. Soccer, “se rasgaron las vestiduras” pidiendo sacar a Blatter del poder.

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También escuché a varias personalidades de la televisión decir que “el futbol había perdido” cuando el viernes se supo que Blatter iba a reinar en la FIFA por cuatro años más.

Al escuchar los comentarios, parecía que era la primera vez que sabíamos que había corrupción en la FIFA y calificaban a Blatter como si fuera un demonio.

Pero ¿por qué una cadena como ESPN apenas se acordó que Blatter era una persona corrupta? En los previos mundiales, en las que sí tenía los derechos de transmisión, no veía todos los malos manejos de dinero. ¿Será que ahora que perdieron los derechos para los Mundiales 2018 y 2022 Blatter se había convertido de ser un magnífico administrador a un hombre corrupto que necesitaba ser reemplazado?

¿Por qué algunos periodistas muy conocidos, que tienen la oportunidad de entrevistar a Blatter cuando visita Estados Unidos o México, no le dicen “corrupto” o “dictador” tal como se pasaron calificando a Blatter la semana pasada? El próximo año será la Convención Anual de la FIFA en la Ciudad de México y dudo que estas mismas figuras que ahora echan el grito en el aire, le digan algo a Blatter cuando lo tengan de frente.

El mismo Michel Platini, presidente de la UEFA, que ha dicho que los países asociados podrían boicotear los siguientes Mundiales debido a la reelección de Blatter, al momento de conocer los resultados de las votaciones, abrazó y felicitó al suizo.

Otros tampoco tienen derecho a juzgar, comenzando con CONCACAF. Un país como México no puede votar en contra de Blatter cuando el mandatario ha dejado que en el futbol mexicano reine el “pacto de caballeros”, la multipropiedad y le ha dado torneos como la Copa Confederaciones y el Mundial Sub-17.

Lo mismo sucede con los países de CONCACAF, una confederación con tres cupos mundialistas en las eliminatorias, además de un repechaje, cuando el futbol de la zona no merece tantos boletos a un Mundial.

Estados Unidos quiere “limpiar el futbol”, pero dudo que se hubiera preocupado por la corrupción si hubieran sido escogidos como sede del Mundial 2022.

Aunque Blatter seguramente no es un ángel y que el nivel de corrupción ha alcanzado niveles ridículos bajo su mandato, estoy seguro que aquellos que hoy hablan fueron porque no se beneficiaron de los malos manejos.

No se deje engañar. Lo que sucede en la FIFA no tiene mucho que ver con el futbol, sino con los millones de dólares que deja el balompié, contratos televisivos y la sed por el poder.

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