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¿Golovkin? ¿Para qué? si están haciendo dinero

(John Locher / AP)
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Ser un ídolo mexicano no es fácil. Históricamente, los grandes héroes mexicanos han sido hombres humildes que han tenido que sobreponerse a varias dificultades socioeconómicas para triunfar.

El que muchos consideran el mejor boxeador en la historia de México, Julio César Chávez, es uno de ellos. Tuvo inicios humildes, enfrentó a varios peleadores muy difíciles (y no tan complicados), pero lo más determinante fue que cuando estuvo en dificultades, puso ese “extra” que lo convirtió en una leyenda, como fue la noche en la que venció a Meldrick Taylor, una contienda en 1990 que estaba perdiendo y que ganó por nocaut en los últimos segundos.

El caso de Saúl Álvarez es diferente. A pesar de no nacer en una “cuna de oro”, su familia es de boxeo. Gracias a su enorme talento, el apoyo de sus hermanos y a que encontró a la gente adecuada en su entorno, Álvarez se convirtió en una promesa del boxeo. Estuvo cobijado en sus inicios por Televisa, que al ver su talento en el ring y la atracción que ejercía en las damas, se dio cuenta de que era el “paquete completo”. Golden Boy Promotions notó muy pronto eso y anotó un nocaut al contratarlo.

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A sus 26 años, Álvarez ha hecho casi todo bien, pues es el boxeador más taquillero. Los 51,240 aficionados que fueron a verlo en la casa de los Cowboys en Arlington confirman su popularidad. Ni Manny Pacquiao en su mejor momento pudo alcanzar lo mismo peleando en ese inmenso estadio.

Dentro del ring, Canelo no ha enfrentado a puros “bultos”, pues Floyd Mayweather, Miguel Cotto y Erislandy Lara son de primer nivel. Pero su mala actuación ante Mayweather, donde se vio con falta de recursos y de corazón, dejó a muchos incrédulos aún con más dudas.

Álvarez no es el típico boxeador mexicano que “muere en el ring”, sino que es metódico, contragolpeador y tiene la frialdad de un depredador. La única ocasión en que ha estado en serios problemas fue ante Mayweather. En ese entonces, a sus 23 años, no sacó “ese extra” que lo puede convertir en leyenda, y su inexperiencia podría ser la mejor excusa para disculpar aquella derrota.

Debido a esa mala actuación, tres años después aún existen muchas personas que dudan de su capacidad y piden a gritos un enfrentamiento ante Gennady Golovkin, un peleador invicto que ha ganado sus 36 peleas, 33 de ellas por KO.

En una entrevista con HOY Deportes, Abel Sánchez, el entrenador tijuanense de Golovkin, indagó en la mentalidad del aficionado.

“El público mexicano sabe que es importante ganar, pero es más importante ser valiente. Perdiendo y siendo valiente, se lo perdonamos; así son nuestros héroes”, dijo Sánchez.

Aunque Álvarez esté lejos de ser una leyenda y de ganar el corazón de muchos mexicanos, ni a Álvarez ni a su promotora le importan los críticos, mientras esté recibiendo $3.5 millones por pelea y medio millón de personas paguen $70 en el PPV.

“A muchos no le va a gustar, pero soy el mejor”, dijo Álvarez tras vencer el sábado a Liam Smith, un campeón que no había peleado en Estados Unidos. Por ahora, Canelo es el más popular. Sus eventuales peleas ante Golovkin y otros peleadores de mucho nivel decidirán si es el mejor.

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