Fotógrafo de Los Ángeles ha sido testigo de grandes hazañas y leyendas deportivas

Hoy Los Angeles

Abr. 14, 2017 7:27 PM PT

Durante la reciente conferencia de prensa de Saúl Álvarez y Julio César Chávez Jr., cuando miembros de la prensa peleaban para entrevistar a los protagonistas, el promotor Óscar de la Hoya vio a lo lejos la figura de un hombre muy conocido.

Hizo a un lado las solicitudes de entrevistas de la televisión y fue a saludar a un hombre que se sostenía con un bastón.

“¡Chiquilín!”, gritó con cariño, De la Hoya, mientras le daba un fuerte abrazo.

Jorge Isabel García, mejor conocido por ‘Chiquilín’, le sonrió y saludó.

‘Chiquilín’ García estuvo ahí cuando Óscar aún no era el ‘Golden Boy’. De la Hoya era apenas una “promesa del futuro” que entrenaba bajo la vigilancia de su mamá, sin saber que años después la gloria olímpica iba a bañar su nombre en oro y luego iba a lograr una carrera profesional que generaría millones de dólares.

Hoy, García ya no trabaja para ninguna publicación pero su lente es testigo de grandes eventos deportivos que muy pocos se imaginan.

Antes de la llegada de Instagram o Facebook y de la noticia instantánea, cuando las fotos eran procesadas y entregadas a contrarreloj para la versión impresa, García se convirtió poco a poco, evento a evento, en parte de la cultura deportiva de esta ciudad.

García llegó a La Opinión en 1967 para convertirse en el primer fotógrafo deportivo de las publicaciones hispanas en Los Ángeles. Su picardía para trabajar, así como sus anécdotas, le dieron color a muchos de los reporteros deportivos, incluyéndome a mí.

Nacido en Torreón, Coahuila, se mudó desde niño a Ciudad Juárez, en donde vivió casi 15 años. Llegó a San Francisco para trabajar en un restaurante como lavaplatos y recibió su primera oportunidad en la fotografía en Los Ángeles.

Su era en la fotografía se puede resumir en una anécdota que el mismo ‘Chiquilín’ me contó en un viaje reciente por el Este de Los Ángeles.

‘Chiquilín’ cuenta que un día le asignaron tomar fotos en un evento de inmigración en el Centro de Convenciones de Los Ángeles, donde llegaron varias figuras del gobierno de Estados Unidos.

“Era una exhibición con pura gente que venía de Nueva York, era una exhibición, en la que puro jefe de inmigración estaba”, recordó García, quien le tomó una foto en grupo a todos los oficiales importantes.

“La sorpresa fue que al siguiente día la foto salió en primera plana”, recordó García, quien recibió ese mismo día una llamada del jefe de inmigración.

“Me pidió ir a su oficina”, relató.

Con miedo por ser indocumentado, el originario de Torreón llegó a la oficina de inmigración y aquel oficial le pidió más copias de la foto. Luego le preguntó “si tenía papeles”.

“Le dije que no”, recordó García. “Me dio un papel, un formulario para que yo lo llenara. Me dijo que me ayudara alguien para llenar el formulario en inglés porque le había dicho que no sabía bien inglés”.

Era una solicitud para la residencia permanente.

García le entregó las fotos un día después, así como la solicitud.

“Me preguntó que cuánto era y yo le dije que era un regalo. Hijo, en menos de la semana ya estaba mi tarjeta verde”, dijo García.

Después de obtener su “tarjeta verde”, García ya podía viajar al exterior. Eso le permitió acudir a su primer Mundial, Argentina 1978 y luego su cobertura periodística se extendió a España 1982, México 1986, Italia 1990 y Estados Unidos 1994.

En el Mundial de México, viajó con el periodista Rigoberto Cervantez para cubrir los partidos de México, incluyendo el de la eliminación azteca en Monterrey, el debut de Argentina en Ciudad Universitaria, el gol de la “Mano de Dios” ante Inglaterra, y el dramático España ante Brasil en Guadalajara.

Tanto Cervantez como García recuerdan este Mundial de 1986 como el último en el que los periodistas tenían un buen acceso a los futbolistas.

‘Chiquilín’ también acompañó a Hugo Sánchez en España, fue testigo del arribo a los Dodgers de un muchacho llamado Fernando Valenzuela en 1980, la conquista de la Serie Mundial de los angelinos en 1981, 1988 y la de los Angels en 2002.

“En los momentos grandes siempre estuvo ahí”, señaló Fernando Páramo, exeditor y jefe de García.

Estuvo presente en las hazañas más grandes de Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar, los triunfos de Julio César Chávez en el Olympic Auditorium, las peleas del primer ‘Golden Boy’ Donny Lalonde, además de los mexicanos José ‘Pipino’ Cuevas y Carlos Palomino, y el mexicoamericano Raúl Rojas.

Entre las características peculiares de ‘Chiquilín’ era que trabajó por décadas, recorriendo la ciudad, acudiendo a eventos y partidos en Dodger Stadium, el Forum, Staples Center, Angel Stadium y el Coliseo de Los Ángeles, sin tener auto. Sin embargo, él siempre estaba presente a tiempo en los mejores eventos.

Entre sus recuerdos más gratos durante su carrera, García me contó que estuvo el primer título de Chávez ante Mario ‘Azabache’ Martínez en el Olympic Auditorium.

“Él siempre estaba en ringside, al igual que Jimmy Lennon, Don King”, expresó Paramo.

“Él le abrió la puerta a muchos periodistas”, dijo Cervantez.

A pesar de que García estaba en todos los eventos de boxeo, pesajes y conferencias de prensa, ‘Chiquilín’ me contó que el deporte que más disfrutaba fotografiar era el béisbol, especialmente cuando jugaba Valenzuela.

“Hijo, fotografiar a Valenzuela era otra cosa”, afirmó García sobre su atleta favorito.

Hoy en día, a sus 76 años, ‘Chiquilín’ García aún se le puede ver en algunos eventos.

Los tiempos han cambiado. Ahora, las fotos que García tomaba, revelaba y que la gente esperaba con ansias al día siguiente, hoy se suben en segundos y en un volumen mucho mayor.

García ahora camina lentamente en algunas conferencias de prensa y lee muy frecuentemente los periódicos, recordando aquellas noches mágicas que le dio esta profesión.

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