hay que luchar contra el maltrato a las jóvenes

Esta semana llevamos como artículo de portada el caso de adolescentes que se ven atrapadas en el peligroso círculo del amor y la violencia.

En el mes del amor y la amistad, no está de más recordar que muchas jóvenes se ven atrapadas en un círculo de amor y violencia que les deja profundas cicatrices emocionales y físicas.

Lo más grave es que este fenómeno ocurre prácticamente frente a los ojos de la familia, y nadie puede reconocerlo, y muchas veces, esos mismos papás piensan que a su hija no le puede estar pasando eso.

El problema es que muchas veces la reacción es tardía y para entonces la niña ya ha sido golpeada, enviada al hospital y en algunos casos, hasta asesinada.

La violencia de género está sumamente arraigada en nuestra sociedad y no es exclusiva de una clase social. De hecho afecta por igual a familias ricas que a pobres, con educación universitaria o con poca formación académica.

Hay mucho trabajo por hacer todavía. Hay que hablar una y otra vez con nuestras hijas, hay que hacerles saber que nadie puede maltratarlas. Que nadie tiene el motivo para golpear a otra persona.

Hay que hacerles saber que son valiosas y que deben cuidarse, y denunciar a quien las golpee o las maltrate.

Es hora de detener a esos agresores que andan sueltos y que se escudan en el amor para cometer esas bestialidades.

Hay numerosos centros de ayuda y recursos. Hay que romper el círculo de la vergüenza, para evitar que siga la violencia contra ellas.

Para leer el artículo ‘Adolscentes, entre el amor y los golpes’