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Adolescente sentenciado a seis meses de prisión por contrabandear tigre

A rescued Bengal tiger cub and companion Sumatran tiger cub have been given their new names. Meet Moka, Bengal Tiger (lighter color) and Rakan, Sumatran Tiger

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Cuando Luis Eudoro Valencia fue sorprendido en la frontera el verano pasado con un cachorro de tigre en el piso de un Camaro, quiso mostrarse como un ingenuo joven de 18 años que compró el animal salvaje por impulso después de ver a uno caminando con una correa en las calles de Tijuana.

Pero los fiscales dicen que el contrabando no fue producto una compra impulsiva.

Los registros de su teléfono celular dieron a conocer lo que parece ser un negocio transfronterizo de contrabando de animales, de acuerdo con los registros judiciales presentados por la Fiscalía de los Estados Unidos.

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“[L]os monos los obtengo por 2500 y los tigres blancos por 6 mil, me refiero a los tigres regulares, el blanco va por 10 mil”, dice un mensaje de texto que presuntamente envió a un vendedor de zorros que preguntaba por un tigre. “El jaguar va por 8 mil y las panteras también y los leones van por 5 mil”.

El martes, Valencia, quien se había declarado culpable de conspiración para importar tigres de forma ilegal, fue sentenciado a seis meses de prisión por contrabandear al cachorro de tigre de Bengala, de seis semanas de edad.

“Este es un crimen contra la naturaleza y contra las leyes del hombre, y requiere un castigo si vamos a enviar un mensaje al público de que no vamos a tolerar esto”, dijo el juez de distrito Anthony J. Battaglia durante la audiencia de sentencia.

Los abogados de Valencia trataron de pintar al acusado como un entusiasta de la vida silvestre que impetuosamente compró el gato montés con la intención de tenerlo como mascota.

“Tuvo un fallo en el juicio, lo que permitió que su pasión por los animales y la juventud superara el sentido común”, dijo al juez Robert Schlein, abogado de Robert Schlein & Associates. “Ahora sabe que tener animales salvajes como mascotas no es posible”.

Sin embargo, la fiscalía dijo que Valencia nunca tuvo la intención de quedarse con el animal, al mostrar mensajes de texto con conversaciones del acusado sobre la venta de varias especies protegidas a nivel federal.

La vicefiscal Melanie K. Pierson también describió antecedentes familiares con venta de drogas y lavado de dinero, incluyendo al padre y abuelo de Valencia.

“La historia y las características del acusado son mucho más consistentes con las de un miembro menor en una organización de contrabando que las de un joven inocente que cometió un error de juventud”, dijo Pierson.

En cuanto al cachorro, tuvo un final más feliz. Fue nombrado Moka, que significa casualidad y se convirtió en favorito de los medios y en una popular adición al Safari Zoo Park de San Diego. Su decomiso provocó que el zoológico nacional del Smithsonian en Washington, DC enviara a un cachorro de tigre de Sumatra huérfano a ser su compañero. Él se llama Rakan o amigo.

Moka podría llegar a pesar hasta 600 libras.

Se estima que el tráfico ilícito de vida silvestre es una industria global que produce de 7 billones a 23 billones de dólares, siendo Estados Unidos el segundo mercado más grande detrás de China, según los expertos. Los puertos de entrada a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México son una vía importante para tales animales en el mercado negro.

Valencia fue detenido en el Puerto de Entrada de San Ysidro el 23 de agosto, conduciendo un Camaro sin placas, cuando un oficial de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos descubrió un pequeño animal a los pies de su pasajero, Eriberto Paniagua. El pasajero dijo al principio que era “solo un gato”, pero una inspección más cercana descubrió lo contrario.

Paniagua produjo documentación que indica que el tigre fue enviado por Aeromexico Cargo desde la Ciudad de México a Tijuana y declaró, falsamente, que la especie no está cubierta por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas o CITES. Según la CITES, se requiere una licencia para importar dichos animales.

Valencia primero les dijo a los agentes que había comprado el cachorro por 300 dólares ese mismo día después de ver a un hombre caminando con un tigre más grande con una correa en Tijuana. Pero los agentes encontraron mensajes de texto en su teléfono y le hicieron reconocer que hizo los arreglos para la compra días antes.

Otra prueba en su teléfono celular reveló que Valencia tenía la intención de contrabandear un segundo cachorro ese día, de acuerdo con los registros judiciales. En una conversación con el vendedor, Valencia discutió darle anestesia al cachorro para el viaje y llevarlo en un camión.

“No se puede sedar. A esa edad morirá”, el vendedor escribió acerca de un cachorro de 5 meses de edad.

Valencia respondió: “¿Qué podemos hacer para que no haga ningún ruido?” y “¿se le puede dar un poco de anestesia?”

El vendedor respondió que el cachorro se quedaría dormido después de comer.

Luego envió una foto de Paniagua, que parecía medir un compartimento secreto que debajo del asiento trasero de un vehículo. “¿Crees que el grande cabrá?”, Valencia preguntó.

El vendedor dio el precio de 9500 dólares por “el blanco” y advirtió a Valencia que se mantuviera alejado del estacionamiento en el aeropuerto de Tijuana para evitar la vigilancia a la ley federal allí.

Valencia le pidió a su novia que le llevara un Camaro a Tijuana, para que pudiera conducirlo a Estados Unidos. Le dijo que podían encontrar dinero y llaves en el tanque de gasolina del automóvil.

Los registros de cruce muestran que el mismo Camaro había viajado entre Estados Unidos y México al menos tres veces, conducido por diferentes personas.

Los investigadores encontraron otra conversación por teléfono, una serie de mensajes de texto entre Valencia y una persona en Sherman Oaks que vende zorros.

Al parecer, Valencia intentaba comprar un zorro o un mono y le dijo al vendedor: “Solía tener un tigre, pero se lo vendí a mi hermano mayor”.

El vendedor se interesó en comprar un tigre y le preguntó a Valencia sobre su negocio. “Lo obtuve de México cuando era un bebé y lo crucé por la frontera en el auto. Lo conseguí por 2 mil allí”, dijo Valencia.

Valencia envió al vendedor varias fotos de tigres y se jactó de que su fuente en México podría obtener todo tipo de animales, incluidos jaguares, leones, panteras y monos.

Después del arresto de Valencia, los investigadores del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California recibieron un aviso de que tenía otro tigre bebé en su casa en Perris. Ellos sirvieron una orden de registro allí pero no encontraron tigres. La madre de Valencia les dijo a los investigadores que Valencia no estaba en casa y se había quedado a pasar la noche en la casa de su novia. No se sabe si su casa fue posteriormente registrada.

Sin embargo, se encontró un caballo viviendo en la propiedad de la familia. En una breve entrevista después de su arresto, el abogado defensor Robert Schlein dijo que Valencia trabajaba entrenando caballos andaluces.

“Él no es parte de ningún grupo, ni contrabando organizado de tigres”, dijo Schlein. Agregó: “Es solo una historia fortuita”.

Valencia tiene varios vínculos familiares con organizaciones de narcotráfico, señalaron los fiscales. Su padre fue condenado en 2011 por conspiración para distribuir y posesión con la intención de distribuir metanfetamina en Colorado.

Un abuelo fue acusado de lavado de dinero por una organización de drogas en 1995 y finalmente fue arrestado en 2011 bajo cargos separados de distribuir heroína, metanfetamina y lavado de dinero. El abuelo fue arrestado en ese caso en la casa de la familia en Perris, donde también se encontraron 9.5 kilogramos de heroína.

La tía de Valencia también fue acusada en el caso y otra tía está casada con una persona buscada por la Administración para el Control de Drogas en los Estados Unidos para su extradición a los Estados Unidos.

El Facebook de Valencia muestra algunos signos de esa influencia. Los investigadores encontraron videos de peleas de gallos y fotos de él posando con varias pistolas y haciendo señales de pandillas, de acuerdo con los registros judiciales.

El material es “más consistente con la vida de un miembro joven de una organización de tráfico de drogas, en lugar de un joven inocente que cometió un error juvenil en el juicio”, escribió Pierson.

El pasajero de Valencia, Paniagua, también se declaró culpable de conspiración y será sentenciado el próximo lunes.

Davis y Smith escriben para el U-T.

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