Anuncio

Preocupa la desaparición de una mujer en San Bernardino

Share

SAN BERNARDINO.- Después de una serie de ataques violentos en Cal State San Bernardino y la misteriosa desaparición de una mujer justo afuera del campus, la estudiante de primer año Stephanie Garibo decidió que el gas de pimienta no era protección suficiente.
El miércoles, parada junto a un grupo de alumnas afuera del sindicato estudiantil, Garibo mostró la nueva combinación de linterna-pistola paralizante que comenzó a llevar desde el día después de que Sahray Astina, de 22 años de edad, desapareció.

La policía dijo que hasta ahora no han encontrado ningún vínculo entre la desaparición de Barber el lunes y dos ataques descarados realizados a mujeres en este mes, pero muchas alumnas de la universidad dijeron que ahora están alertas.

“Nunca he visto algo como esto”, dijo la estudiante de último año Jennifer López, después de enseñarles a otros estudiantes como envolver un puño alrededor de un par de llaves para apuñalar a un atacante que se les pudiera acercar por detrás.

Anuncio

“Tantos incidentes, uno detrás del otro”, dijo López. “Es más que impactante”.

El miércoles, la policía de la universidad publicó un boceto del hombre que creen que atacó a una mujer por detrás en una escalera de la biblioteca John M. Pfau el 4 de marzo. El agresor agarró y besó a la mujer en la cara varias veces e intentó bajarle sus pantalones, dijeron las autoridades. La mujer respondió dándole patadas en la ingle y salió corriendo.

El segundo ataque se realizó cuatro días después cuando un hombre se colocó detrás de una mujer afuera de la biblioteca, puso su mano sobre su boca y dijo, “Venga, vamos a dar un paseo en mi carro”. La mujer fue capaz de luchar con el hombre.

La policía cree que fue el mismo hombre en cada incidente, una persona que describen como un latino, de 19 a 21 años de edad, entre 5 pies 7 pulgadas y 5 pies 8 pulgadas y con un peso de 135 a 145 libras. El hombre tiene cabello negro con rizos grandes y está afeitado. Un boceto del hombre ahora está pegado en las puertas del sindicato estudiantil.

Los ataques y la desaparición de Barber son sólo los últimos incidentes que tienen a los estudiantes en alerta.

El jueves pasado, un hombre tomó el iPhone de un estudiante durante un robo en un estacionamiento de la escuela y otro estudiante fue secuestrado y asaltado la semana anterior por un pistolero que más tarde fue detenido, dijo la policía.

La racha de violencia ha tenido un efecto paralizador. Algunos estudiantes se están agrupando mientras caminan por el campus y algunos simplemente se están quedando a estudiar en casa, dijeron los estudiantes.

Sentada junto a un grupo de alumnas afuera del sindicato estudiantil, la estudiante de primer año, Teresa De La Fuente dejó de tocar la guitarra para mostrarle a su compañera de clase Charlene Reliford el contenedor de gas de pimienta que lleva.

“Muchas personas están aterrorizadas hasta para entrar ahora en la biblioteca”, dijo Reliford.

La estudiante de primer año, Jennifer Serrato y su novio, el estudiante de último año, Russell Flores, fueron a un Auto Zone el martes y compraron un contenedor rosa de gas lacrimógeno.

“Como que lo necesitas ahora”, dijo Serrato, parada afuera de la biblioteca el miércoles. “Estoy lista para usarlo”.

La desaparición de Barber amplificó el miedo. La policía de San Bernardio dijo no ha sido vista desde las 6 a.m. del lunes cuando salió de su apartamento localizado enfrente del campus, dirigiéndose a su trabajo en un instituto de arte local.

La policía dijo que su computadora portátil y su teléfono fueron encontrados en unos arbustos no lejos de un estacionamiento cerca de su casa. Un sabueso que se trajo a la escena siguió su olor desde los arbustos hacia el estacionamiento, donde el rastro se perdió, dijo el teniente de la policía Rich Lawhead.

No había señales de lucha, y el teléfono y la computadora portátil estaban intactos, como si los hubieran colocado sobre el suelo, dijo Lawhead.

La familia de Barber le dijo a la policía que la desaparición era “muy poco característica de ella” pero que ellos creen que era capaz de cuidar de sí misma y que ella había tomado clases de artes marciales.

El jefe de la policía de San Bernardino, Jarrod Burguan, dijo en un video publicado en línea el martes por la noche que los detectives no habían encontrado ninguna conexión entre la desaparición de Barber y los ataques en el campus.

“No hemos descartado la posibilidad de que los casos puedan estar conectados, pero como es el caso en las agencias de aplicación de la ley, vas donde te llevan las pruebas”, dijo Burguan. “Y hasta el momento, la información disponible para nuestros detectives… no tienen ninguna conexión conocida con la Universidad o los ataques reportados”.

Eddie y Delores Branham condujeron desde Palm Desert para ver a sus tres hijas que viven en el mismo complejo de apartamentos que Barber. Eddie Branham dijo que ya había estado preocupado por la seguridad en el complejo, señalando que la puerta del estacionamiento en ocasionas la dejaban abierta.

“Me ofrecí a pasar la noche aquí solo para estar seguros”, dijo Branham.

La estudiante de segundo año, Erica Medina, vive al lado y realiza la caminata corta desde la biblioteca del campus todos los días.

Sentada en una mesa de la biblioteca el miércoles con sus libros de biología, una computadora portátil y un contenedor rosa de gas de pimienta colocado delante de ella, Medina dijo que les iba a pedir a sus amigos que la acompañaran a su casa de ahora en adelante.

“No quiero exagerar esto”, dijo Medina. “Pero vivo ahí, caminé por ahí la noche antes de que ocurriera”.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

Anuncio