Anuncio

Triple asesinato en P.Rico revive violencia en la isla tras años contención

Share

El asesinato esta madrugada en Puerto Rico de tres hombres, de edades de entre 28 y 32 años, dentro de una residencia en el sureste de la isla, es una muestra más del aumento de los asesinatos durante 2016, tras años de contención en las cifras.

Según las estadísticas más recientes ofrecidas este jueves por la Policía puertorriqueña a Efe, 632 vidas -hasta el momento- se han cobrado en la isla en lo que va de año, 88 más (544) que el 2015 para la misma fecha.

Y las tres más recientes, ocurridas en el municipio de Naguabo, son la tercera múltiple (de tres o más asesinatos) en las pasadas cuatro semanas y media en la isla.

Anuncio

De acuerdo con las autoridades, los tres asesinados en Naguabo rayando la medianoche de hoy, fueron identificados como Luis Valentín Hernández y Luis Mario Figueroa Torres, ambos de 28 años, y Jorge A. Báez Ortiz, de 32.

Báez Ortiz fue acusado en 2006 por un caso de drogas y cumplió 18 meses de cárcel, por lo que las autoridades creen que el crimen pudo haber sido relacionado con algún ajuste de cuentas.

Tradicionalmente el narcotráfico ha sido siempre la principal causa de violencia en Puerto Rico, por la que transita gran cantidad de la droga procedente de América Latina que termina llegando a EE.UU.

Según explicó recientemente el saliente jefe de la Policía local, José Luis Caldero, el horario en el que mayormente se suscitan los crímenes en la isla es entre las ocho de la noche y las cuatro de mañana, mientras que los sábados y los domingos son los días más peligrosos.

Curiosamente, el pasado domingo, 4 de diciembre, se registró el séptimo múltiple asesinato en la isla, cuando tres hombres fueron acribillados y dos mujeres resultaron heridas, cuando sicarios arremetieron contra estos frente a un negocio de bebidas en Salinas (sur).

Previo a este triple asesinato, el 13 de noviembre cuatro jóvenes fueron asesinados y otras cinco resultaron heridas en el municipio de Corozal, en el interior montañoso de la isla, al parecer por motivos pasionales.

El informe policial señaló que las muertes se produjeron cuando un individuo, apodado “Harrison”, se acercó a la gasolinera para ver a una mujer con la que mantenía una relación y que trabajaba en el establecimiento.

El hombre se encontró en el lugar con otro individuo que también tenía amistad con la mujer, lo que desencadenó una fuerte discusión y la posterior pelea.

Tras el incidente, “Harrison” advirtió que volvería, lo que hizo poco después en compañía de quien presuntamente es su hermano.

De acuerdo con los datos preliminares, los dos hombres abrieron fuego en el lunar causando la muerte a cuatro personas, todas menores de 30 años, y heridas graves a otros cinco, incluida una mujer.

“A veces uno se pregunta qué nos pasa como sociedad cuando esto sucede. Esto es un lugar donde se reúnen jóvenes. La poca tolerancia que tenemos como pueblo y como ciudadanos con personas tiene que ver con la salud mental”, dijo entonces el jefe de la Policía de Puerto Rico.

El elevado número de asesinatos que se cometen en la isla ha sido uno de los principales problemas de Puerto Rico durante los últimos años.

En 2011 vivió su episodio más crítico, cuando se registraron 1.164 muertes violentas y se estableció así un récord desde que se recopila este tipo de datos.

Para el 2012 y según el Banco Mundial, en Puerto Rico se cometieron 27 asesinatos cada 100.000 habitantes, lo que lo situó como el 14 en el ránking mundial.

La inmensa mayoría de los asesinatos que se producen en la isla están directamente relacionados con el tráfico de drogas y los ajustes de cuentas y las víctimas suelen ser varones jóvenes de clase media baja.

Por su parte, la asignada jefa de la Policía bajo la administración de Ricardo Rosselló, Michelle Hernández de Fraley, afirmó hoy que buscará combatir la criminalidad con una combinación de “mano dura” y policía comunitaria, al tiempo que trabajará por traer más tecnología a la Policía y una mayor colaboración con las autoridades federales.

“Hay que tener un balance entre lo que se conoce como ‘mano dura’ y la policía comunitaria. No hay nada absoluto, y en cada circunstancia hay que ver qué es lo que se necesita aplicar. En algunas circunstancias se necesita ser fuerte con la situación, pero en otras circunstancias se tiene que ser más preventivo”, dijo Hernández en una entrevista radial con WKAQ.

Anuncio